¿Qué significa Marcos 1:17?
Lucas 5:1–11 presenta el relato completo que presenta a Jesús llamando a Andrés, Simón Pedro, Jacobo y Juan. Jesús está enseñando en las costas de Genesaret, al sur de Cafarnaún, en un momento en el que la multitud se vuelve un tanto abrumadora. Simón Pedro y los demás están lavando sus redes, y Jesús le pregunta si puede usar su bote como una especie de escenario. Jesús se sienta en el bote y enseña por un rato, pero luego le dice a Simón que salga al lago a pescar. Pedro le explica que habían salido la noche anterior y no encontraron nada, pero Jesús le insiste nuevamente en que lo hiciera. Cuando Simón Pedro suelta sus redes, la captura es tan grande que amenaza con hundir tanto su barco como el de Jacobo y Juan. La respuesta de Simón Pedro es adorar instantáneamente a Jesús.Marcos, siendo un hombre que se centra en la acción, y solo registra el momento en el que Jesús los llama. La frase "sígueme" también se usa con Leví (Mateo) en Marcos 2:14, con una multitud en Marcos 8:34 y con el joven gobernante rico en Marcos 10:21. También se encuentra en Mateo 11:28 cuando Jesús dice: "vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar". Este es la llamada de Jesús hacia nosotros también: no todos responderán a la llamada de Cristo, sin embargo, aquellos que sí responden, experimentan cambios radicales en sus vidas, incluidos Pedro, Andrés y Mateo, junto con Jacobo y Juan (Marcos 1:19–20), quienes acabarían sirviendo como parte de los doce apóstoles.
Los apóstoles, al convertirse en "pescadores de hombres", llegan a comprender esto; ellos pescaban con redes que se arrojaban por el costado del bote. La red recogía una gran variedad de peces, y no todas eran comestibles. De manera similar, Jesús les promete a Andrés y a Simón Pedro que "pescarían" o alcanzarían a muchas personas con las buenas nuevas de Jesús. Jesús expone esta idea en la Parábola de la red (Mateo 13:47–50). El reino de los cielos es como una red que atrapa a muchas personas, pero algunas no tendrán una fe salvadora y serán rechazadas. Jesús anima a Andrés y a Simón Pedro (y a Jacobo y a Juan) a sacrificar su estilo de vida y sus vidas para cambiar el mundo en lugar de dirigir su negocio. Gracias a esto, muchas vidas, pero no todas, cambiarían para siempre.