¿Qué significa Marcos 1:8?

Ser bautizado con agua no es poca cosa. La mikveh es un baño ceremonial escalonado, que todavía usan los judíos devotos para la limpieza ceremonial. Esto se realiza antes de un matrimonio, después del nacimiento o la menstruación, o para los conversos que desean lavar sus vidas y creencias del pasado y seguir el judaísmo. El bautismo de Juan es uno de "arrepentimiento". Juan anima a la gente a pedirle a Dios que perdone sus pecados y cambie su forma de pensar. Deben tratar de luchar contra el estilo de vida pecaminoso al que se habían acostumbrado. Al ser bautizada por Juan en el río Jordán, la gente está de acuerdo con su mensaje y promete alejarse de sus pecados.

El mensaje de Juan es contracultural por dos razones. Los fariseos y los escribas, los líderes religiosos locales, imponen un legalismo que trae consigo una carga pesada para la gente. En comparación, la simple llamada de Juan a arrepentirse parece incluso como algo demasiado fácil o trivial. Por otro lado, Juan anima a la gente a rechazar el estilo de vida decadente de sus autoridades políticas: los romanos.

El mensaje de Juan también promete que el Mesías, el salvador judío, ofrece un bautismo mucho más poderoso: el del Espíritu Santo. El "bautismo del Espíritu Santo" es el momento en que una persona confía en Jesús para que perdone sus pecados y corregirlos gracias a Dios. En un instante, el Espíritu Santo entra en el nuevo creyente para proporcionar una visión de la vida cristiana (Juan 16:13), dones para ayudar a otros creyentes (1 Corintios 12) y un cambio en nuestras creencias y acciones para que podamos servirles a Dios y a los demás mejor (Gálatas 5:22–23).

La iglesia ha pasado siglos debatiendo el tema sobre cuando ocurrió este bautismo por primera vez. La primera posibilidad es que Juan se esté refiriendo al incidente en Pentecostés en el que "un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban", y los seguidores de Jesús se llenaron del Espíritu Santo (Hechos 2). La segunda posibilidad es que somos bautizados con el Espíritu Santo en el momento de la salvación (1 Corintios 12:12–13). Tercero, algunos ven el bautismo con el Espíritu Santo como un evento independiente que los creyentes experimentan después de la salvación, una experiencia personal de "Pentecostés" después del momento de nuestra salvación. Otros sugieren un futuro bautismo del Espíritu Santo relacionado con el regreso de Cristo (Isaías 44:3; Joel 2:28–32).

Tanto la primera como la segunda interpretación tienen respaldo bíblico. El bautismo del Espíritu Santo se realizó por primera vez en el día de Pentecostés para aquellos que ya estaban siguiendo a Cristo (Hechos 2:1–4). En la iglesia moderna, todos los creyentes reciben este "bautismo" cuando ponen su fe en Cristo (1 Corintios 12:12–13). La única excepción aparente es la dispensación parcial del Espíritu Santo que Jesús les dio a los discípulos en Juan 20:22.