¿Qué significa Marcos 10:52?
Cuando Jesús dice que la fe de alguien lo ha sanado (Marcos 5:34; Lucas 17:19; 18:42), no quiere decir que nuestra convicción insistente de alguna manera anima a Dios a hacer lo que queramos. En realidad, no podemos atosigar a Dios para que cumpla nuestros deseos, como si de un niño mimado que cansa a un padre se tratara. De alguna manera, nuestra fe le da la bienvenida a la obra de Jesús en nuestras vidas. Lo contrario también es cierto. Cuando Jesús fue a Su ciudad natal de Nazaret, la gente rechazó Su autoridad y Su poder. "Y Jesús no pudo realizar allí ningún milagro, a no ser sanar a unos pocos enfermos y poner sobre ellos las manos" (Marcos 6:5). De hecho, la gente trató de tirarlo por un precipicio (Lucas 4:29).Jesús le dice a Bartimeo "vete", pero una vez que recupera la vista, Bartimeo sigue a Jesús. En realidad, no se nos dice si finalmente se convirtió en un discípulo de Jesús o si se dirigió al templo para ofrecer una ofrenda de paz en agradecimiento por la obra de Dios (Levítico 7:11–21). Marcos de hecho registra su nombre; vea Marcos 5:22 para ver el otro momento en el que Marcos hace algo similar. Los eruditos creen que esto podría deberse a que Bartimeo se convirtió en una figura conocida en la iglesia. Si es así, la aceptación de este mendigo ciego sobre el joven rico (Marcos 10:21–22) debió confundir a los discípulos, incluso cuando les hizo ver la verdad de que solo aquellos que admiten que son "pobres de espíritu" llegarán a tener la humildad de seguir a Jesús.
Cuando Jesús obra en nuestras vidas, no suele ser algo inmediato. A menudo es un trabajo doloroso a través de desafíos y pruebas que Dios usa para preparar nuestros corazones y centrar nuestra atención exclusivamente en él. Bartimeo no necesita tal proceso, tiene fe y está listo; no le importa lo que piensen los demás; solo quiere a Jesús. La fe sencilla e infantil de los más débiles honra a un Dios que nos ama continuamente.