¿Qué significa Marcos 11:4?
Jesús (Dios) ha decidido limitar el uso de Sus atributos divinos, incluida la omnisciencia, en Su forma humana. En resumen, ya que es un ser humano, Jesús no lo sabe todo. Por ejemplo, Jesús no sabe cuándo regresará (Marcos 13:32), pero es guiado por el Espíritu Santo para saber lo que necesita para obedecer la voluntad de Dios Padre. En este momento, Jesús sabe que Su entrada en Jerusalén cumplirá la profecía que se encuentra en Zacarías 9:9: que él entrará en Jerusalén sobre un pollino, hijo de asna. También sabe dónde está el pollino (burrito) y exactamente qué decirles a los hombres que lo cuidan (Marcos 11:1–3).Este incidente no se puede comparar con lo que hoy se conoce como una "profecía personal". La profecía personal es la creencia de que Dios sobrenaturalmente les da mensajes a las personas para que ayuden a otras personas específicas. A menudo, el "mensaje" es que se supone que el destinatario debe darle dinero al profeta. Dado que los comentarios proféticos de Dios generalmente no son tan específicos, es extremadamente improbable –prácticamente imposible– que Dios le diga directamente a una persona que le ordene a otra que done dinero.
Es posible que Dios pueda darle a alguien el discernimiento para saber qué le sucederá a otra persona, pero es más probable que la creencia en la profecía personal provoque grandes abusos espirituales. Al final, no es nuestro trabajo decirles a los demás lo que deben o no deben hacer.
Del mismo modo, no estamos obligados a obedecer las órdenes de otro creyente, incluso si dicen que es un mensaje directo de Dios. Aquellos que piensan que han recibido una profecía en nombre de otro deben proceder con cautela. Al menos, uno puede pensar que esa profecía es el llamado de Dios para que oren por esa persona, para que esa persona escuche el llamado de Dios personalmente. Todo lo que se considere como una "profecía", debe manejarse con mucho cuidado. Cuando alguien nos dice que él o ella ha recibido un mensaje profético, escuchar con respeto y orar por la guía del Espíritu Santo es esencial para discernir la verdad sobre la situación.