¿Qué significa Marcos capitulo 12?
Jesús dedica todo este capítulo a explicar que los líderes civiles y religiosos judíos no son tan sabios u honorables como dicen ser; su falta de comprensión de lo que Dios valora y quiere para el mundo los lleva a rechazar la verdad que dicen enseñar, y convierten la obediencia a Dios en un método para obtener el honor de las personas.En la parábola de los labradores, Jesús explica cómo los líderes judíos han asumido autoridad y control sobre los sistemas religiosos y civiles, cuando realmente Dios quiso que solo fueran sus custodios. Cuando Dios envió profetas para que los israelitas le dieran su lealtad de nuevo a Dios, los líderes abusaron y asesinaron a los profetas. Dios ahora ha enviado a su Hijo, y ellos le harán lo mismo. Los líderes parecen pensar que, si Dios no tiene más representantes, serán libres de gobernar como deseen; sin embargo, no se dan cuenta de que el plan de Dios siempre ha sido expandir Su atención a todo el mundo, y si los líderes judíos no forman parte del plan, ya que serán eliminados (Marcos 12:1–12).
Los fariseos y herodianos le dan a Jesús la oportunidad para exponer este tema cuando le preguntan si la ley mosaica permite que los judíos paguen impuestos al César. Jesús decepciona a ambas sectas al ignorar la posibilidad de una teocracia judía autónoma y al separar el honor que Dios requiere de nosotros, del que se le debe al rey. Esto es especialmente importante para la iglesia, ya que vivimos como seguidores de Cristo en una sociedad secular (Marcos 12:13–17).
En la superficie, los fariseos descartan la posición mundana y aceptan una autoridad espiritual. Los saduceos, que creen que no hay resurrección, combinan los dos. Mientras los saduceos le presentan a Jesús un acertijo de lógica sobre los matrimonios de levirato, Jesús revela que los saduceos, la secta que produce la mayoría de los sumos sacerdotes, no comprende la naturaleza de la relación de Dios con Su pueblo, y no confían en que Dios haya creado a Su pueblo para algo más grande que este mundo. Sin una vida después de la muerte, los saduceos sólo encuentran sentido en el hecho de adquirir poder aquí en la tierra (Marcos 12:18–26).
Un escriba de los fariseos muestra que sí lo comprende; al menos, comprende el propósito de la ley mosaica: conocer y amar a Dios y amar a las personas es la base de todas las reglas que Dios les dio con respecto al comportamiento. Desafortunadamente, no continúa su razonamiento hasta llegar a la conclusión de que Dios también lo ama y ha enviado a su Hijo para salvarlo; ni siquiera la obra del amor puede ganarse la salvación (Marcos 12:28–34).
Hasta este momento, ninguno de los líderes civiles o religiosos judíos se atreve a desafiar más a Jesús. Jesús se hace cargo de la conversación al señalar un área específica en la que los escribas no entienden las Escrituras. Por un tiempo, los escribas se han referido al Mesías como el "hijo de David". Parecen olvidarse de la parte del Salmo 110:1 que revela que el Mesías también es el Señor de David. Esta sección parece ser un poco incongruente, pero prepara a la audiencia para una futura crítica más completa de sus expertos religiosos (Marcos 12:35–37).
Marcos describe a continuación cómo Jesús critica rotundamente la manera en la que los escribas malinterpretan Su posición. Se supone que los escribas deben enseñarle a la gente a cómo honrar y adorar a Dios para que Dios pueda bendecirlos. En cambio, su conducta autoritaria invita a la gente a honrarlos, mientras ellos engañan a los más débiles. Mientras que Marcos nos da una breve sinopsis de los abusos de los escribas, Mateo 23 entra en muchos más detalles y termina con el lamento de Jesús de cómo los líderes de Jerusalén rechazaron a los profetas y sellaron la condenación del templo (Marcos 12:38–40).
Marcos a continuación nos muestra a Jesús destacando las acciones de una mujer, quien representa exactamente lo opuesto a estos líderes insensatos. En honor a Dios, una viuda dona la última moneda que le queda, y la mujer no tiene ninguna expectativa de recibir ningún honor terrenal; de hecho, incluso podría llegar a ser menospreciada por dar tan poco, pero Jesús la elogia por darle más a Dios que cualquiera de los líderes que supuestamente han dedicado sus vidas al servicio de Dios (Marcos 12:41–44).
Este capítulo marca la última vez que se registra a Jesús enseñando en el patio del templo y la última enseñanza pública de Su ministerio. Después de esto, Jesús enseñará a Sus discípulos en el Monte de los Olivos (Marcos 13), será ungido por última vez (Marcos 14:3–9), comerá la Pascua con Sus discípulos (Marcos 14:12–25) y se enfrentará a la crucifixión. Los fariseos, los saduceos, los herodianos, los sumos sacerdotes y los escribas rechazan a Jesús tal y como han rechazado la voluntad de Dios; pero en el curso de asegurar la ejecución de Jesús, también proporcionan los medios por los cuales Dios puede perdonarlos y reconciliarlos consigo mismo.