¿Qué significa Marcos 13:18?

Aunque las advertencias que se dan en Marcos 13:14–18 tienen relevancia para la caída de Jerusalén en el año 70 d. C., también revelan detalles que no sucederán hasta el punto medio de la tribulación durante los últimos tiempos. Al tomar una forma humana, Jesús renunció a Su omnisciencia (Marcos 13:32), pero no hay razón para que Dios le haya ocultado la fecha de la destrucción del templo por los romanos (Marcos 13:2). El asedio contra Jerusalén terminó a finales de agosto. El templo fue destruido el 8 de septiembre. El invierno no era una preocupación inmediata. Los detalles aquí parecen sugerir que las advertencias de Jesús no están destinadas a terminarse en el año 70 d.C., sino que se aplican a una situación más grande.

Jesús dice específicamente, sin embargo, que no sabe cuándo regresará (Marcos 13:32). Dado que Su regreso ocurrirá tres años y medio después del punto medio de la tribulación, eso significa que tampoco sabe cuándo ocurrirán estos eventos; de ahí su preocupación de que suceda durante el invierno.

La violencia del Anticristo contra los judíos llegará tan rápidamente que la gente no tendrá la oportunidad de regresar a sus hogares para recoger suministros (Marcos 13:15–16). En enero, la temperatura más baja en Jerusalén es típicamente alrededor de 44°F (7°C). Esto no parece ser una temperatura muy fría para muchas personas. Sin embargo, aquellos que ni siquiera puedan llevarse una chaqueta, tendrán muchas dificultades a la hora de dormir. La temporada de lluvia en Israel ocurre entre los meses de diciembre y enero. El agua en los arroyos y los ríos corre rápido, y puede nevar en las elevaciones más altas. Además, incluso si las colinas se estuvieran usando para plantar y cosechar alimentos, no habrá nada que cosechar durante el invierno. Si el punto medio de la tribulación finalmente ocurre durante el invierno, los refugiados pasarán mucho frío y mucha hambre.