¿Qué significa Marcos 13:21?
Los preteristas creen que todas las profecías bíblicas, o la mayoría, para los preteristas parciales, se cumplieron a partir de la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. Los futuristas creen que, aunque algunas profecías pueden tener más de un significado, las predicciones de los últimos tiempos no sucederán hasta el fin. Marcos 13:21–22 parece referirse a la historia humana desde el punto de la ascensión de Jesús en adelante, aunque, al igual que con todas las demás dificultades, comúnmente se cree que las cosas empeorarán a medida que se acerque la segunda venida de Jesús.Los falsos maestros han plagado la iglesia desde sus inicios. Decenas de personas, desde enfermos mentales hasta oportunistas, han afirmado ser Jesús. Algunos engañaron a más de un millón de seguidores y otros manipularon a sus seguidores para que se suicidaran con la esperanza de salvarse.
El engaño empeorará en los últimos tiempos. Cuando el sol y la luna se oscurezcan y las aguas se conviertan en sangre y el mundo esté cubierto de plagas, hambrunas y guerras, gente sin escrúpulos se aprovecharán de este sufrimiento. Actualmente, el Espíritu Santo está impidiendo que las fuerzas espirituales malignas se conviertan en la máxima manifestación del Anticristo. Al final de los tiempos, su mano restrictiva será levantada, dándole a Satanás la oportunidad de gobernar el mundo, pero también permitiéndole a impostores menores tener la libertad de aprovecharse de tanto como puedan (2 Tesalonicenses 2:7). Los no-creyentes que saben un poco de lo que dice la Biblia sobre Jesús podrían incluso llegar a creer que alguien diferente, alguien con "poderes mágicos", (Marcos 13:22) finalmente los rescatará.
La segunda venida de Jesús no será tan sutil. Después de la tribulación, cuando el sol, la luna y las estrellas se oscurezcan, Jesús aparecerá "…con gran poder y gloria" (Marcos 13:26), y la gente de la tierra se lamentará (Mateo 24:30). Apocalipsis describe a Jesús montado en un caballo blanco, listo para comenzar la batalla, con ojos de fuego y un manto teñido en sangre (Apocalipsis 19:11–13). Esto, como puede ver, no tiene nada que ver con un líder de una secta que sugiera que para adorar a Dios usted necesita darle todo su dinero y tener relaciones sexuales con él.
