¿Qué significa Marcos 14:39?
Jesús sabe que tendrá que afrontar la crucifixión y la correspondiente separación de Dios, y ha sabido esto desde antes de unirse al Padre y al Espíritu Santo para crear el mundo. Sin embargo, Jesús ora para que el Padre le ayudara evitar pasar por todo el sufrimiento que tenía que pasar (Marcos 14:35–36).Quizás nos puede parecer extraño orar al mismo tiempo que sabemos que Dios lo sabe todo; más extraño aún es orar por algo que estamos seguros de que no está en el plan de Dios. La oración debe entenderse como algo que va más allá de una mera petición, como si estuviéramos pulsando botones de una máquina expendedora. La oración es una manera de reconocer nuestros sentimientos y comunicarlos a través de nuestras palabras, para que Dios pueda obrar en nosotros y hacer que nuestro corazón se alinee más con el Suyo. Jesús nos muestra aquí que, a veces, podemos mostrarle a Dios que no queremos obedecer Sus planes porque quizás tengamos miedo o estemos nerviosos, pero al mismo tiempo debemos mostrarle que Su voluntad es más importante que la nuestra, y finalmente obedecerle. El tiempo que pasamos en oración con Dios nos dará fuerza y valor para enfrentarnos a todo; nos ayudará a despejar el resentimiento y reemplazarlo con sentimientos de amor y confianza. Si Jesús mismo necesitaba tener este tiempo con Dios para seguir adelante, ¡cuánto más lo necesitamos nosotros!
Cuando Jesús comienza a orar, está tan angustiado que siente que podría morir (Marcos 14:34). Jesús suda tan profusamente que las gotas son como gotas de sangre (Lucas 22:44). Mientras ora, un ángel viene a consolarlo (Lucas 22:43). Pero Pedro, Jacobo y Juan no pueden mantener los ojos abiertos (Marcos 14:40). Oremos y velemos para que no caigamos en la tentación.