¿Qué significa Marcos 14:62?
Levítico 24:15 prohíbe "maldecir" a Dios, y la poesía que aparece en Levítico 24:16 indica que el castigo es la muerte. "Maldecir", de la raíz hebrea qalal, es hablar de manera ligera o trivial. Caifás entiende que Jesús está diciendo que él mismo es Dios, y se molesta al ver a Jesús deshonrando el nombre de Dios de esa manera.El "Hijo del Hombre" es un personaje de una de las visiones de Daniel. En el futuro, el Anciano entrado en años le dará al Hijo del Hombre un reino eterno y dominio sobre todos los pueblos, naciones y lenguas (Daniel 7:13–14). Jesús se ha llamado a sí mismo el "Hijo del Hombre" a lo largo de Su ministerio en varias ocasiones (Marcos 2:10, 28; 8:31, 38; 9:9, 12, 31; 10:33, 45; 13:26; 14:21, 41).
Las nubes a menudo han representado a Dios. Dios condujo a los israelitas por el desierto con una nube durante el día (éxodo 13:21). Dios también usó una nube para mostrarle al pueblo que estaba hablando con Moisés (éxodo 19:9; 24:15). Cuando se terminó el tabernáculo, Dios lo envolvió con una nube (Números 9:15). Cuando Salomón terminó el templo y los sacerdotes llevaron el arca del pacto al Lugar Santísimo, Dios llenó el templo con una nube (1 Reyes 8:10). Durante la vida de Jesús, una nube descendió cuando Dios estaba hablando durante Su Transfiguración (Marcos 9:7).
La nube no es solo el mensajero de Dios, sino que es el velo de Dios, y le permite a Dios interactuar directamente con Su pueblo sin exponerlos al brillo de Su gloria (éxodo 33:20); que Jesús diga que vendrá "en las nubes del cielo" significa que vendrá con la gloria de Dios: que él es Dios.
La afirmación de Jesús es irónica considerando las circunstancias, ya que fue traicionado por un amigo y arrestado por una turba por la noche en las afueras de Jerusalén. Ahora se encuentra frente al Sanedrín en un juicio ilegal. En realidad, nos podría parecer que nada parece indicar que Jesús tenga el control sobre esta situación.
Los testigos no comprenden que Jesús siempre ha tenido el control, y no meses, si no años atrás, Jesús dijo: "por eso el Padre me ama, porque yo pongo mi vida para volver a tomarla. Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia cuenta. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volver a tomarla. Este mandamiento lo recibí de mi Padre" (Juan 10:17–18).
Jesús decidió ir a Jerusalén (Juan 11:8–10). Jesús dejó marchar a Judas, quien había sido poseído por Satanás para organizar Su arresto esa misma noche (Juan 13:27); y Jesús eligió quedarse esa noche en el Monte de los Olivos, cerca de Jerusalén (Marcos 14:32), no al otro lado, cerca de Betania, donde podría haber tenido más defensores. Todo va según el