¿Qué significa Marcos 15:13?
Las diversas facciones dentro del consejo gobernante judío quieren que Jesús muera. El concilio llevó a Jesús ante Pilato, el gobernador romano de Judea, y afirmó que Jesús estaba reuniendo seguidores para rebelarse contra el gobierno de Roma. Al mismo tiempo, saben que no es verdad. Pilato sabe que no es verdad. El tetrarca de Galilea, Herodes Antipas, sabe que no es cierto, pero Jesús no se defenderá a sí mismo.En una hermosa demostración de ironía, los principales sacerdotes cometen el crimen con el que acusan a Jesús, ya que reúnen a las personas y las convencen de que amenacen con provocar disturbios. Pilato ha usado una mano dura para sofocar rebeliones en el pasado, y necesita tener muchísimo cuidado. La historia sugiere que su gobierno, antes de este momento, fue criticado por los altos líderes romanos por ser demasiado reaccionario. Algunos incluso piensan que Pilato, durante este tiempo, está actuando en una especie de "acuerdo de última oportunidad". Otra situación que provocara otro derramamiento de sangre podría significar que Pilato perdiera su posición. Entonces, Pilato necesita mantener el control, pero no usar demasiada violencia. De hecho, Pilato no quiere crucificar a Jesús, pero la multitud continúa agitándose más y más.
La crucifixión es un castigo muy particular con un gran significado tanto para los romanos como para los judíos. Está diseñado específicamente para ser doloroso y humillante a partes iguales. Las víctimas típicamente morían lentamente por asfixia (luchando por respirar tirando hacia arriba de sus brazos, los cuales están clavados a la cruz) mientras colgaban desnudos cerca de una vía pública. Para los judíos, esto cumple con Deuteronomio 21:23: colgar de un "árbol" significa estar maldecido por Dios.
El Sanedrín judío quiere matar a Jesús. Los judíos de Jerusalén claman: "¡crucifícalo!". El tetrarca edomita/nabateo/samaritano le deja la decisión a Pilato (Lucas 23:15). Pilato acepta la ejecución (Marcos 15:15) pero se niega a asumir la responsabilidad (Mateo 27:24). Los soldados romanos se limitan a cumplir sus órdenes (Marcos 15:24).
Es importante notar una clara enseñanza de la Biblia con respecto a este incidente. Aunque todas estas partes tienen su parte de culpa, al mismo tiempo no están controlando la muerte de Jesús. Jesús les dijo específicamente a los discípulos: "yo pongo mi vida para volver a tomarla. Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia cuenta" (Juan 10:17–18). Pilato prácticamente le rogará a Jesús que se defienda, diciendo que él, Pilato, tiene autoridad para liberarlo. Jesús responde: "no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si no te fuera dada de arriba" (Juan 19:11).
Jesús no culpa a Pilato, diciendo: "por eso, mayor pecado ha cometido el que me ha entregado a ti" (Juan 19:11). Jesús no culpa a la multitud que clama por Su muerte, ni a Sus propios verdugos, diciéndole a Dios: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). A quienes culpa son a los líderes religiosos que deberían haber aceptado que él es su Mesías.
Pero, aun así, esta crucifixión es la razón por la que Jesús vino a la tierra. Jesús se presenta voluntariamente ante Pilato, dispuesto a morir por los pecados de todos los presentes. Eso incluye a los que lo acusan, los apáticos y los que a lo largo de la historia aceptan Su oferta de perdón. Si creemos que Dios es soberano, debemos aceptar que cuando Jesús dijo, "la hora ha llegado" (Marcos 14:41), fue porque él, no las personas que lo rodean, tenía el control de todo lo que le estaba pasando.