¿Qué significa Marcos 15:16?
Jesús se ha enfrentado a juicios con el Sanedrín (Marcos 14:53–65), Pilato (Lucas 23:1–5) y Herodes Antipas (Lucas 23:6–16). Ahora está con Pilato de nuevo. A pesar de la reputación violenta de Pilato, el gobernador romano no ve ninguna razón por la que Jesús deba morir y está haciendo lo que puede para mostrarle esto a los líderes judíos. Pilato permite, o más probablemente, específicamente ordena, que un batallón de guardias romanos humille y torture a Jesús. Pilato espera que la exhibición convenza a los principales sacerdotes, ancianos y escribas de que Jesús no es una amenaza para su autoridad sobre los judíos (Lucas 23:22).El "interior del atrio" es el Pretorio; este no es el nombre de un lugar específico, sino de cualquier lugar que el gobernador elija para hacer su cuartel general temporal. Los gobernadores de la región residen en Cesarea Marítima, en la costa del Mediterráneo, mucho más cerca de Nazaret que de Jerusalén. Es una tradición que, al visitar Jerusalén, los gobernadores se alojen en el antiguo palacio de Herodes el Grande. Los eruditos debaten sobre si el juicio de Jesús ante Pilato se lleva a cabo aquí o en la Fortaleza Antonia, la estación de guardia en la esquina noroeste del monte del templo. La evidencia sugiere que están en el palacio de Herodes el Grande, donde trató de convencer a los sabios de que le dijeran dónde yacía el niño Jesús para poder matarlo (Mateo 2:1–12).
Un batallón es una unidad de unos seiscientos soldados. A diferencia de Herodes Antipas, que es un tetrarca, y Herodes el Grande, que fue un rey, Pilato es un soldado ecuestre, algo así como un antiguo caballero romano, un rango inferior que tiene la tarea de mantener el orden. Como tal, Pilato no manda sobre un gran ejército, pero se conforma con lo que tiene. Estos soldados conocen bien las maneras de Pilato. Pilato los ha usado para sofocar protestas con palos y cuchillos. Antes de que termine esa misma década, les pedirá que se apresuren a matar a un grupo de samaritanos que son engañados haciéndoles creer que van a descubrir artefactos antiguos que Moisés enterró hacía ya mucho tiempo. Pilato no cree que Jesús sea el Rey de los judíos, pero si lo fuera, azotar, escupir y colocar una espina de coronas en Su cabeza es exactamente el tipo de trato que Pilato esperaría que le dieran sus guardias.