¿Qué significa Marcos 16:18?
Este versículo es el menos auténtico en Marcos 16. La mayor parte de Marcos 16:9–20 se explica en otras partes de la Biblia, pero una faceta de este versículo es completamente única.Jesús les prometió a los discípulos que, en el curso de la difusión del evangelio, serían capaces de "aplastar serpientes y escorpiones" (Lucas 10:19). Fuera de una breve ilustración (Lucas 11:12), los escorpiones no se mencionan nuevamente hasta Apocalipsis, que parece hablar de demonios parecidos a langostas que tiene un aguijón como el de los escorpiones (Apocalipsis 9:1–11).
De manera similar, la Biblia no nos recuerda sobre la apariencia literal de las serpientes excepto por el encuentro de Pablo con una víbora (Hechos 28:1–6). Mientras Pablo atendía un fuego, una víbora, atraída por el calor, lo mordió en la mano. Pablo sacudió a la serpiente y la tiró hacia el fuego y siguió con sus cosas como si nada, sorprendiendo a los lugareños, quienes creían que Pablo se iba a morir de un momento a otro.
Los discípulos sanaron a personas durante su evangelismo. Primero, Pedro y Juan sanaron a un mendigo cojo (Hechos 3:1–10). Poco después, el Espíritu Santo se vuelve tan presente en ellos que aparentemente incluso las personas que se cruzaban con la sombra de Pedro eran sanadas (Hechos 5:12–16). Más tarde, el Espíritu Santo validó el ministerio de Pablo hasta el punto de sanar a quienes tocaban un pañuelo que Pablo hubiera tocado antes (Hechos 19:11–12).
Sin embargo, en ninguna parte la Biblia se registra que los discípulos bebieran veneno y vivieran después de hacerlo. El relato que lo corrobora viene del texto apócrifo "Los Hechos de Juan". El libro dice que el apóstol Juan fue desafiado a beber veneno, lo hizo, pero no murió. En realidad, no tenemos forma de saber si este relato es cierto, pero esto hace que sea difícil confiar en la veracidad de todo el libro.
Lo que sí podemos decir es que este versículo no les dice a los creyentes que manipulen serpientes o beban veneno. Si los discípulos fueron capaces de sobrevivir a las serpientes y al veneno, fue porque el Espíritu Santo estaba validando su mensaje a través de los milagros. Sin embargo, como Jesús le dijo a Satanás, "no tentarás al Señor tu Dios" (Mateo 4:7).