¿Qué significa Marcos 2:27?
Los fariseos acusan a los discípulos de Jesús de violar las leyes del sábado al recoger y comer grano. En respuesta, Jesús ha señalado que esos mismos fariseos defenderían el acto de David de tomar pan ceremonial del templo, lo cual era una violación de la ley mucho más flagrante. En el relato de Mateo de este mismo incidente, Jesús también señala que los sacerdotes trabajan durante el sábado (Números 28:9–10; Mateo 12:5); Jesús usa la hipérbole "profanan el sábado" para expresar lo duro que trabajan y, sin embargo, son inocentes. También les está permitido darles de beber y alimentar a los animales y aliviar cualquier sufrimiento innecesario. ¿Por qué no tener las mismas concesiones para las personas?En resumen, Jesús deja en claro que la Ley tiene un propósito mayor más allá de solo seguirla ciega y descuidadamente. Hay un significado detrás de la ley de Dios, y algunos de los propósitos de Dios son más importantes que otros. Por ejemplo, cuidar a los necesitados es más importante que los rituales ceremoniales.
Una vez más, Jesús usa la tradición judía que siguen los fariseos para demostrar que estaba en lo cierto. En un comentario sobre éxodo 31:14, un rabino sugiere que "es santo para ti" en realidad significa "santo por ti" o "guardarás el sábado por tu bien". Se han hecho otros comentarios como que "el sábado se te ha entregado, pero tú no te entregas al sábado". Esto significa que, de acuerdo con la propia lógica de los fariseos, las reglas estrictas del Antiguo Testamento con respecto al sábado eran para el beneficio del pueblo, y no pretendían ser una carga o un sacrificio.
Jesús aborda esto en Mateo 12:7, un relato paralelo de Marcos 2:23–28. Jesús dice: "Misericordia quiero, y no sacrificio". El sábado es para mostrar misericordia, no sacrificios, y permitir que las personas hambrientas coman muestra una gran misericordia. Si esto es cierto para los discípulos, también es cierto para nosotros. Aunque no se requiere que la iglesia observe el sábado de la misma manera ceremonial que lo hacían los judíos, de todos modos, nos vendría bien aceptar la oferta de Dios para descansar.