¿Qué significa Marcos 2:3?
Jesús está enseñando en una casa llena de gente en Cafarnaún cuando llegan cuatro hombres que llevan a un paralítico en una cama; no se nos dice ni de dónde son, ni cómo el hombre acabó siendo paralítico, ni qué relación tienen los hombres con su amigo; solo sabemos que, a diferencia del inválido en Betesda (Juan 5:1–9) o el mendigo cojo en la puerta del templo (Hechos 3:1–10), las personas en su vida desean que el hombre sea sanado.Este ejemplo nos enseña varias cosas importantes. Los hombres tuvieron que lidiar con puertas tan llenas de personas que no podían pasar, pero nuestro acceso a Dios siempre está abierto. Hebreos 4:16 promete esto: "por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda". Pablo comenzaba sus cartas con la seguridad de que oraba regularmente por sus amigos; orar juntos fue una de las primeras tareas que la iglesia primitiva adoptaría (Hechos 2:42).
Una expresión cliché que se utiliza en los círculos cristianos es "elevar a alguien" hacia Dios en oración. Si la malinterpretamos, esto sugiere que Dios es incapaz de "bajar" para encontrarse con nosotros. Sin embargo, el significado real de esta metáfora comunica el mismo mensaje que esta historia del evangelio de Marcos. Al igual que los cuatro hombres que traen a su amigo paralítico hasta Jesús, debemos llevarle a Dios nuestras preocupaciones y peticiones sobre los demás. En realidad, no estamos seguros de si Jesús los sanará, pero sí sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8:28).