¿Qué significa Marcos 3:12?
Jesús está en la orilla del mar de Galilea, plagado de personas de toda la región y más allá que quieren tocarlo para sanarse (Marcos 3:7–10). En esa multitud hay personas que están poseídos por demonios. Los demonios saben quién es él y no tienen más remedio que postrarse y adorarlo. Sin embargo, Jesús no les permitirá testificar a la gente acerca sobre Su verdadera identidad; hay un par de razones para esto.El Dios de la Biblia es el Dios que obra a través de la historia. En este momento, Dios ha influido en la historia durante miles de años, preparando a la gente y la cultura para la llegada de Su Hijo. Durante el ministerio de Jesús, Dios obra estratégicamente para revelar quién es Jesús y qué ha venido a hacer. Ya sea intencionalmente o no, la aparente compulsión de los demonios de declarar que Jesús era el Hijo de Dios iba en contra de los planes de Dios, por lo que Jesús los silenciaba.
Otra razón se relaciona con el título de Satanás como el "padre de la mentira" (Juan 8:44). Uno de los mayores talentos de Satanás es tomar una verdad y tergiversarla. Si Jesús valida a los demonios como testigos de Su identidad, asumirán la autoridad para contarle a la gente más acerca de Jesús y mentir sobre él. Esto haría que su mensaje fuera aún más peligroso que el de los mismos fariseos, quienes deberían conocer a Jesús como el Mesías, pero se cegaron ante la verdad.
Entonces, lo que Jesús quiere es que Sus seguidores den testimonio sobre quién es él y lo que ha hecho en sus vidas. Es por eso por lo que Jesús les dice a Sus seguidores: "por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado…" (Mateo 28:19–20).