¿Qué significa Marcos 4:17?
La semilla que cae en el suelo rocoso en la parábola del sembrador de Jesús (Marcos 4:1–9) brota rápidamente, pero con la misma rapidez se marchita cuando el sol caliente brilla y la quema. El suelo es demasiado superficial para que crezcan raíces profundas, y la pequeña planta no puede extraer suficiente agua y nutrientes del suelo.Jesús explica que el terreno representa a una persona superficial que rápidamente acepta el evangelio y parece crecer en su fe muy rápidamente. Sin embargo, su carácter es débil. Esta persona no puede absorber las verdades espirituales que necesita para crecer en la fe; y entonces "tropieza". La multitud que presiona a Jesús para sanarlos, pero tiene poco interés en Su enseñanza, muestra características de este tipo de suelo rocoso (Marcos 3:7–12).
"Tropiezan" proviene de la palabra raíz griega skandalizo, de la cual obtenemos la palabra en español "escándalo". La palabra griega significa "tentar al pecado, provocar desconfianza o colocar un obstáculo". Para el siglo XVI, su significado cambió y entonces comenzó a usarse para referirse al hecho de "ser desacreditado debido a acciones pecaminosas". "Tropezar" no solo se refiere al hecho de rechazar el evangelio, sino que se refiere al hecho de volver a una vida de pecado.
En las Bienaventuranzas (Mateo 5:2–12), Jesús "bendice" a los pobres de espíritu, los tristes, los mansos, los misericordiosos, los hambrientos y los sedientos, los puros de corazón, los pacificadores y los perseguidos. Jesús nos promete que aquellos que viven en desventaja en el mundo finalmente conseguirán obtener un alivio eterno, y podrán dejar atrás esas dificultades para siempre. Sin embargo, Jesús advierte aquí que aquellos que tengan un tipo de carácter más superficial no podrán aceptar el evangelio: puede parecer que al principio sí lo estén haciendo, pero cuando su pretensión se exponga a las dificultades, su "fe" se marchitará. Igualmente, cuando la persecución desafía su "casi-fe", ésta se marchitará y morirá.
Este versículo podría inspirar una discusión sobre si la semilla que ha sido sembrada en la tierra rocosa y poco profunda podría representar a alguien que finalmente se pueda salvar. La salvación ocurre a través de la fe, no de las obras (Romanos 3:28), aunque las obras son evidencia de la fe (Santiago 2:14–26). Sin embargo, Santiago 2:19 muestra que es posible creer hasta cierto punto sin salvarse. La fe puede alcanzar una profundidad que va más allá de una mera creencia superficial, la cual tiene el potencial de ofrecernos experimentar un crecimiento verdadero y duradero.