¿Qué significa Marcos 4:29?
La aplicación de la parábola de la semilla en crecimiento es la obra que el Espíritu Santo realiza a través la evangelización y el crecimiento espiritual. El maestro difunde el evangelio, los alumnos lo escuchan, pero es el Espíritu Santo quien hace que el mensaje marque la diferencia en la vida de los oyentes.Esa diferencia incluye una mejor comprensión de quién es Jesús (Juan 15:26) y por qué lo necesitamos (Juan 16:7–11), un cambio de carácter (Gálatas 5: 22–23) y el hecho de obtener sabiduría de las Escrituras (Juan 16:12–13). La culminación de todo este cambio es que nos uniremos a la obra de Dios, cuyo objetivo es cambiar la vida de las personas mientras compartimos con los demás el evangelio de Jesús (Mateo 28:19–20).
En las Escrituras, el "grano maduro" se refiere a una situación que haya llegado a buen término. En Joel 3:13, "la mies ya está madura" se refiere a la cantidad de maldad que Dios puede soportar antes de destruir las naciones. En el Nuevo Testamento, el grano maduro generalmente representa a aquellas personas que deciden seguir a Dios y cambiar sus vidas. La cosecha se refiere a los últimos tiempos, cuando Jesús vendrá y se llevará a Sus seguidores de este mundo corrupto.
Aunque Marcos 4 parece inferir que las personas que rechazan el mensaje de Jesús estarán geográficamente separadas y serán libres de vivir como lo elijan, Mateo 13:24–30 añade detalles más detalles al relato de Marcos, y dice que una vez que se siembran las semillas, un enemigo viene detrás y planta malezas en el campo. Esto representa a Satanás poniendo varias tentaciones y barreras en nuestro camino, las cuales tienen el objetivo de evitar que aceptemos y crezcamos en Cristo. Jesús nos advierte que seguirlo puede provocar una ruptura en la familia (Lucas 12:53) o incluso la necesidad de distanciarse de la familia (Marcos 3:31–35).
Esto no significa que un creyente deba separarse completamente de un miembro de la familia que no siga a Cristo o que esté causando problemas. Jesús nos enseña que debemos valorar la reconciliación (Mateo 5:23–26), soportar insultos con gracia (Mateo 5:38–40) y amar a los que nos persiguen (Mateo 5:43–48). Este amor es ser paciente, amable, tolerante y siempre tener paciencia (1 Corintios 13:4–7). Dios no alejará a las personas problemáticas de Sus seguidores hasta el fin de los tiempos. De hecho, separar a los creyentes de los no creyentes en este momento provocaría que los cristianos no pudieran influenciar al mundo con la luz de Dios. ¡Los cristianos no pueden seguir la orden de difundir las palabras de Jesús si nunca llegan a estar cerca de alguien que no las haya escuchado!