¿Qué significa Marcos 6:24?
Herodes Antipas ha encarcelado a Juan el Bautista para mantenerlo a salvo de Herodías, que deseaba matarlo. Juan ha castigado públicamente a Antipas por casarse con la esposa de su hermano vivo. Antipas se siente intrigado e incómodo por el mensaje, pero duda en matar a Juan por temor a que sus seguidores se rebelen contra él; sus fronteras ya son vulnerables debido a su divorcio de la hija del rey Nabateo. Si Nabatea trata de invadirles en el mismo momento en que los judíos se rebelaran, esto podría provocar que todo se perdiera.Herodías tiene la misma preocupación, pero no es tan miope como Antipas. Ella se había divorciado de su esposo, un ciudadano romano prominente y medio hermano de Antipas, y forzó a Antipas a divorciarse de la princesa nabatea. Aunque Antipas no es legítimamente un rey en este territorio ignorado y ocupado, Herodías puede fingir ser una reina gracias al gobierno romano que puso a Antipas en el poder. Herodías, por su parte, parece creer que Juan y solo Juan es la amenaza real. Su mensaje, acerca de su posición como reina, es irrespetuoso. De hecho, le importa poco la justa acusación de Juan de que está violando las leyes judías que hacen referencia al incesto; y parece que solo le importa su corona y reputación. Con este fin, Herodías ha estado tratando de matar a Juan el Bautista por un tiempo. Esta promesa impulsiva que Antipas le da a su hija le brinda la oportunidad que ha estado esperando durante tanto tiempo.
La decapitación era una forma de muerte que se utilizaba para demostrar dominio, así como para confirmar la muerte de la víctima. David cortó la cabeza de Goliat para mostrarles a todos que estaba muerto (1 Samuel 17:51). El Antiguo Testamento ofrece otros ejemplos, generalmente en tiempos de guerra (1 Samuel 31:9; 2 Samuel 4:7; 20:22; 2 Reyes 10:6–8). En Hechos 12:2, Santiago el apóstol muere "…a filo de espada", lo que probablemente indica una decapitación. Esta forma tan brutal de ejecución es menos violenta y más rápida que la crucifixión, y los romanos a menudo la usaban cuando necesitaban acabar con una vida rápidamente, de una manera relativamente humana, y una que ofrecías pruebas incontrovertibles de que la persona había muerto.