¿Qué significa Marcos 6:53?

Jesús y los doce habían estado cerca de Betsaida, en la costa norte del mar de Galilea, en el otro lado, o al este del río Jordán. Juan 6:17 dice que los Doce habían planeado ir a Cafarnaún, pero Jesús se los lleva a Genesaret, que estaba a tres millas hacia el sur (Juan 6:21). Es posible que los vientos feroces los hayan desviado de la ruta (Marcos 6:48). Lo más probable es que Jesús no quiera tratar con la misma gente que pronto lo buscará en Cafarnaún (Juan 6:22–24). Marcos, quien se enfoca en la acción, solo menciona que Jesús cura a las personas. Juan, quien enfatiza las enseñanzas de Jesús más que Sus milagros, dice que Jesús regresa a Cafarnaún y comparte la lección que enseña que él es el pan de vida (Juan 6:22–59).

Genesaret es una llanura fértil de tres millas de largo que se sitúa entre Cafarnaún y Tiberias. Tiberíades es la capital de Herodes Antipas, el autodenominado rey que ordenó la muerte de Juan el Bautista (Marcos 6:14–29). Antipas sospecha que el mismo espíritu que obligó a Juan a condenar el matrimonio de Antipas con su cuñada Herodías ahora reside en Jesús, pero no hace nada. Jesús sabe que Antipas mató a Juan, pero no tiene miedo de acercarse. Más tarde, aunque Jesús sabe que si fuera a Jerusalén moriría, finalmente viaja a Jerusalén voluntariamente (Marcos 10:32–34).

Antipas tendrá un papel importante durante la crucifixión. Antipas está en Jerusalén y, dado que Jesús pertenece a una zona situada dentro Su territorio, Pilato le entrega a Jesús a Antipas. Antipas espera que Jesús sea tan entretenido como lo había sido Juan, pero cuando Jesús se niega a hablar, los guardias de Antipas se burlan de Jesús, le ponen "ropa lujosa" y se lo devuelven a Pilato (Lucas 23:6–12).

Pablo experimentó algo similar. Durante su tercer viaje misionero, los discípulos de Tiro le dicen que no vaya a Jerusalén (Hechos 21:4). Luego, un profeta de Cesarea le repite la misma advertencia a Pablo (Hechos 21:8–12). Sin embargo, Pablo sabe que es hora de ir a Jerusalén, y voluntariamente va a Jerusalén, donde es arrestado y retenido por Festo en Cesarea antes de que se lo llevan a Roma para ser encarcelado.

Jesús y Pablo saben que mientras estén dentro la voluntad de Dios, nada puede dañarlos, excepto aquello que forme parte de la voluntad de Dios. Los dos valoran la voluntad de Dios más que sus propias vidas, y consagran sus vidas a la voluntad de Dios. El proceso de santificación requiere que nosotros sigamos su ejemplo y le ofrezcamos nuestras vidas a Jesús. A medida que crezcamos en nuestro papel como sirvientes de Dios, descubriremos que ya no somos esclavos del pecado, el cual nos impide vivir una vida libre de miedo.