¿Qué significa Marcos 8:18?
Después de ver a los discípulos preocuparse por el hecho de que se habían olvidado de traer pan, Jesús usó el método socrático para abrirles los ojos acerca del hecho de que estaban siendo un poco obtusos. Aquí, Jesús continúa con Sus preguntas para acusarlos de no prestar atención. "Ojos" proviene de la palabra griega oftalmos. Aunque se refiere a los ojos literales de alguien, también representa la capacidad de una persona para saber algo. "Ver" proviene de la palabra raíz griega blepo y es similar, ya que significa "ver" o "ser capaz de comprender, contemplar y examinar". "Oídos" -usous- y "escuchar" -akouo- tienen definiciones literales y figurativas similares. "Acordarse" proviene de la palabra raíz griega mnemoneuo y significa "recordar".Los discípulos tienen una idea tan rígida de quién es Jesús que no han podido reconciliar sus acciones con las ideas preconcebidas que tenían sobre él. En respuesta, acaban rechazando la evidencia que se sitúa justo en frente de ellos. No obstante, los discípulos sí parecen notar cosas que les atraen, cosas como Jesús reprendiendo a los líderes religiosos (Marcos 2:18–28). Los discípulos también se confunden debido a algunas de las situaciones en las que se llegaron a encontrar, como la situación en la que Jesús interactúo con una mujer sirofenicia (Marcos 7:24–30), algo que no tiene sentido para ellos. Sin embargo, se pierden las sutilezas de Sus propósitos, tal y como se revelaban en los mismos actos de poder que presenciaban y en los que ellos mismos llegaron a participar (Marcos 6:7–13).
En la actualidad, nosotros somos culpables del mismo tipo de comportamiento, ya que siempre es más fácil usar la Biblia para confirmar lo que ya pensamos sobre ella que usarla para seguir creciendo debido a ella; es mucho más difícil incorporar las verdades Bíblicas a nuestra cosmovisión una vez que nuestra cosmovisión ya está establecida. El Antiguo Testamento asocia ese comportamiento con la necedad y la insensatez (Jeremías 5:21) y la rebelión (Ezequiel 12:2). Nosotros, siendo discípulos, tenemos dos opciones: confiar en la verdad de Dios o en nuestras propias interpretaciones.