¿Qué significa Marcos 8:19?
A primera vista, Jesús suena como un padre frustrado que acaba de entrar en la sala de estar y ha visto a sus hijos saltar desde los muebles, los cuales se acaban rompiendo por todo el alboroto. Sin embargo, la lección que está tratando de impartir es imprescindible para la difusión del cristianismo y el establecimiento de la iglesia. Algún tiempo indeterminado antes, Jesús y los discípulos se habían reunido con cinco mil hombres, más mujeres y niños, en una llanura a las afueras de Betsaida, cerca de la costa norte del mar de Galilea. Jesús sanó a los enfermos (Mateo 14:14) y les enseñó hasta el ocaso. Cuando los discípulos mostraron preocupación porque la gente no tenía nada para comer, Jesús tomó los cinco panes y los dos peces del almuerzo de un niño y los convirtió en suficiente comida como para alimentar a todos. Cuando la multitud se sació, los discípulos reunieron doce canastas llenas de pan y trozos de pescado (Marcos 6:34–44).Jesús está tratando de advertirles a los discípulos que rechacen las falsas enseñanzas, una habilidad esencial para los hombres que están encargados de difundir el evangelio, pero también necesitan saber cómo confiar en Dios para cuidar de su bienestar físico. Jesús ha prometido que les dará descanso del trabajo pesado (Mateo 11:29–30), una frase que sirve en parte para calmar los temores acerca de sus necesidades básicas mientras que los discípulos cumplen con la voluntad de Dios (Mateo 10:29–31). También han visto Su poder y Su autoridad para proporcionarle alimento a una multitud con solo un poco de comida. Los discípulos deberían poder extrapolar algo de todo esto: que Dios, al ser tan generoso y amoroso hacia nosotros, (Mateo 7:7–11) podrá alimentarlos solamente con una pieza de pan.
Después de la ascensión, los discípulos confiarán en la verdad de la provisión de Dios tanto como confían en su capacidad para detectar las enseñanzas falsas. Los discípulos serán golpeados (Hechos 5:40), encarcelados (Hechos 12:3–5) y decapitados (Hechos 12:2). A medida que ganen discernimiento a la hora de reconocer toda enseñanza y creencia falsa, su confianza en Dios crecerá hasta el punto de no temer a la muerte, y mucho menos de tener hambre durante un paseo en barco.