¿Qué significa Marcos 9:46?

Al igual que el versículo 44, esta frase no se encuentra aquí en las transcripciones más antiguas y confiables. Cuando se incluye, éste y el versículo 44 son idénticos a Marcos 9:48. Jesús cita Isaías 66:24, que describe el destino de los pecadores que se enfrentan al juicio final de Dios.

Jesús está diciendo que debemos tomar medidas prácticas para prevenir el pecado real. Los ejemplos que da—cortarse las manos o los pies, o arrancarse los ojos— representan todo lo que nos hacemos a nosotros mismos. Nuestra primera reacción al enfrentarnos a la tentación debería ser controlarnos a nosotros mismos, no a otras personas. éste, de hecho, no es siempre nuestro primer instinto. De hecho, cuando estamos con un amigo creyente que puede permitirse, por ejemplo, un buen automóvil, algunas veces celebramos el hecho de vivir una vida más modesta para esconder los celos que estamos sintiendo en ese momento. Cuando nos acosa la tentación sexual, algunas veces criticamos a las personas que se visten de tal manera que puedan atraer nuestra atención. Cuando estamos conduciendo, nos enojamos con otros conductores, peatones y los ingenieros de tránsito, quienes fijan el tiempo de los semáforos, en lugar de admitir el hecho de que en realidad tenemos un problema a la hora de amar a otros conductores, quienes también están hechos a imagen de Dios.

Independientemente de la tentación a la que nos enfrentemos, primero debemos acudir a Dios para que él nos ayude; puede ser que él nos lleve a reprender humildemente a alguien que, sin saberlo, está tentando a otros a pecar; Jesús dice que sería mejor morir que provocar que alguien cometa un pecado (Marcos 9:42). Sin embargo, nunca debemos culparlos por nuestra falta de autocontrol. Nuestra naturaleza de pecado es nuestra, y debe ser tratada a través del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22–23), pasos prácticos, el ánimo y las oraciones de otros cristianos, y la obra del Espíritu Santo.