¿Qué significa Marcos 9:47?
Atar una piedra de molino alrededor de nuestros cuellos y arrojarnos al mar (Marcos 9:42) o cortarnos las manos y los pies (Marcos 9:43, 45), ciertamente evitaría el pecado que cometeríamos con nuestras vidas, manos o pies. Este versículo muestra claramente que Jesús está hablando simbólicamente: incluso si usted se saca un ojo, ciertamente podría seguir pecando con el otro. Jesús no está alentando la mutilación física. En cambio, nos está transmitiendo que debemos tomar medidas prácticas, incluso a veces extremas, para evitar el pecado. En la época de Jesús, se pensaba que el ojo era la fuente de la envidia y los celos. Siempre estaremos cerca de personas con más dinero, más popularidad, más posesiones y que tienen una mejor apariencia que nosotros. Definitivamente, necesitamos la ayuda de Dios para vencer los pecados de la mente.En los tiempos modernos, otra manera de entender el hecho de "no dejarse llevar por los ojos" podría referirse a limitar el acceso a Internet. La pornografía en Internet es un problema muy grave tanto para los no cristianos como para los seguidores de Cristo. Es mucho mejor instalar un programa que nos ayude a bloquear estos sitios web o evitar Internet tanto como sea posible que arriesgarse a experimentar el lado más oscuro de la web.
"Infierno" proviene de la palabra raíz hebrea geenna o Gehenna. En la época de Jesús, este valle era un basurero donde se llevaban a los animales muertos y otras cosas repugnantes para que quemarlos. En el Antiguo Testamento, Gehenna, o el Valle de Hinom, era donde los israelitas sacrificaban a sus hijos en nombre de sus ídolos paganos; hicieron grandes estatuas de metal del dios Moloc y encendían fuegos alrededor de esas estatuas. Cuando el metal se calentaba tanto que comenzaba a brillar, la gente quemaba a sus hijos colocándolos en los brazos extendidos del ídolo o en una cavidad especialmente construida en el torso de la misma figura (2 Crónicas 28:3).
Por el contrario, Jesús nos llama a entrar en el "reino de Dios". Ordinariamente en el Nuevo Testamento, el "reino de Dios" se refiere a cualquier momento y lugar donde se puede manifestar la soberanía, el poder y la autoridad de Dios. Aquí, sin embargo, se refiere a la eternidad en el cielo.