¿Qué significa Mateo 1:23?
Un ángel de Dios se le apareció a José durante un sueño con un conjunto muy específico de instrucciones y revelaciones. José, quien era un hombre decente (Mateo 1:19), estaba considerando divorciarse de su prometida esposa. Como la boda aún no había tenido lugar, aún no habían tenido relaciones íntimas juntos. Sin embargo, recientemente se descubrió que María estaba embarazada (Mateo 1:18). José estaba en todo su derecho de divorciarse de María, pero planeó hacer un esfuerzo adicional por compasión al hacerlo lo más discretamente posible.El mensajero angelical de Dios cambió la perspectiva de José, y le dijo a José que no tuviera miedo de seguir adelante con el matrimonio. El bebé no había sido el resultado de un caso de adulterio. María todavía era virgen, y lo que había pasado es que María había concebido a través del Espíritu Santo un niño al que llamarían Jesús. Jesús salvaría a Su pueblo de sus pecados (Mateo 1:20–21). Es posible que el ángel le citara las palabras de Isaías a José; también es posible que Mateo fuera quien escribiera estas palabras como parte de su explicación. De cualquier manera, forman parte de la Palabra de Dios y tienen el mismo significado.
Mateo cita Isaías 7:14 para demostrarnos que este embarazo milagroso fue el cumplimiento de esa profecía. El propósito de esta profecía, en parte, es señalar que Jesús era el Mesías prometido. La profecía de Isaías lo explicaba al pie de la letra: una virgen concebiría y daría a luz a un hijo. La gente lo llamaría "Emanuel", que significa "Dios con nosotros". Cuando se considera desde esa perspectiva, la profecía era muy clara acerca de que Jesús era Dios, quien fue enviado a la tierra para estar con nosotros y salvar a la humanidad de sus pecados.
Algunos críticos se oponen a este uso de las palabras de Isaías, y señalan que la palabra hebrea original, la cual se traduce aquí como "virgen", no tiene por qué referirse a una mujer virgen. La palabra hebrea almāh' puede usarse simplemente para referirse a una mujer joven. Sin embargo, mucho antes del nacimiento de Jesús, los eruditos judíos tradujeron ese término al griego como parthenos, una palabra que indica explícitamente a una mujer virgen.
Mateo, quien escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo, le aplica la profecía a María y a Jesús. Además, el ángel le dejó muy claro a José que María no se había quedado embarazada debido a haber tenido relaciones sexuales con otro hombre, sino que había ocurrido a través del Espíritu de Dios.