¿Qué significa Mateo 1:3?

Mateo está estableciendo la línea de antepasados de Jesús comenzando desde Abrahán, la cual establece que Jesús cumplió el pacto que Dios hizo con Israel acerca de bendecir a todas las naciones. Esto también demuestra que Jesús representa el cumplimiento de la promesa que Dios le hizo a David de que sus descendientes siempre se sentarían en el trono de Israel. Mateo comenzó mencionando algo que les resultaría bastante familiar a todos los judíos. Abrahán engendró a Isaac, quien fue padre de Jacob, y entonces Jacob engendró doce hijos, y Judá fue su cuarto hijo.

Ahora Mateo sigue la línea de descendientes que pasa a través de Judá, quien fue padre de unos mellizos que se llamaban Fares y Zeraj (Génesis 38:27–30). Estos niños le nacieron como resultado de un sórdido encuentro sexual que tuvo con su nuera Tamar, el cual se describe en Génesis 38. Judá no cumplió con su deber de proporcionarle un esposo a Tamar después de que se quedara viuda tal y como lo decía la costumbre del matrimonio de levirato. Así que Tamar decidió disfrazarse de prostituta y se quedó embarazada del hijo de Judá.

Tamar es la primera de las cinco mujeres que se mencionan en la genealogía de Jesús de Mateo y no es la única persona que está conectada con decisiones morales que son bastante cuestionables. Esto es algo bastante significativo. Primero, las genealogías no requerían la mención de ninguna mujer por aquel entonces, ya que la línea de herencia se transmitía a través de los descendientes varones. Mateo, en cambio, hace todo lo posible para mencionar a estas mujeres, incluido el hecho de que algunos de estos descendientes fueron concebidos bajo circunstancias bastantes sórdidas.

Sin embargo, esto encaja en el enfoque del libro de Mateo: Jesús, quien vino a ofrecerle la gracia y el perdón de Dios a la humanidad a través de Su propia vida, muerte y resurrección. Esto también encaja con la forma tan contracultural en la que Jesús honró y estimó a las mujeres durante Su ministerio en la tierra. Debido a que Mateo estuvo involucrado en una profesión que se considerada como algo despreciable—un recaudador de impuestos para los romanos—no nos extraña que Mateo apreciara la habilidad que Dios tiene a la hora de usar a incluso pecadores para cumplir Su voluntad.

Mateo continúa siguiendo la línea de descendientes que va desde Fares, el hijo de Judá, hasta su hijo Esrón (Génesis 46:12) y su hijo Aram (1 Crónicas 2:9).