¿Qué significa Mateo 10:13?

Los Doce, los principales discípulos de Jesús, han sido enviados en parejas a la región de Galilea. Iban a viajar de pueblo en pueblo predicando las buenas nuevas de que el reino de los cielos se había acercado en la persona de Jesús el Mesías. Para respaldar esto, iban a curar enfermedades y expulsar demonios tal y como Él lo había hecho. De este modo, serían Sus representantes ante el pueblo de Israel (Mateo 10:5–10).

Jesús les ha dicho que busquen a alguien digno cuando vayan a un pueblo o una aldea y que se quedaran con esa persona (Mateo 10:11–12). La hospitalidad tenía un valor cultural muy alto en este momento y en esta parte del mundo. La mayoría de las personas se sentían obligadas a recibir en sus hogares a aquellos que necesitaban un lugar para quedarse. Sin embargo, Jesús les está diciendo a los discípulos que ellos serían los que estarían ofreciéndoles el mayor regalo a los anfitriones, ya que ellos mismos lo estaban representando.

Con la palabra digno, Jesús se estaba refiriendo a aquellas personas que recibirían el mensaje de los discípulos acerca de la venida del reino de los cielos. Al recibir a los representantes de Jesús, esas personas estarían recibiendo a Jesús mismo (Mateo 10:14).

Ahora Jesús les dice a los discípulos que la paz se transfiriera a las casas de sus anfitriones solo si esas casas fueran dignas. De lo contrario, debían dejar que ese deseo de paz volviera con ellos. Jesús les había dado a estos apóstoles la autoridad para sanar y expulsar demonios. Ahora vemos que ellos también tenían la autoridad de transferir Su paz o quitarla. El Hijo de Dios llevaba consigo la paz del cielo. Las personas que albergaban a Sus "enviados" en sus casas disfrutarían de esa paz durante su estancia.