¿Qué significa Mateo 10:15?
Jesús está dándoles instrucciones detalladas a Su grupo de Doce hombres, a quienes Él mismo había elegido, los "apóstoles". Esta palabra viene de un término griego que significa "enviados", a quienes los amos y los maestros enviaban para compartir sus mensajes. Los apóstoles iban a ir de pueblo en pueblo en Galilea, predicando el mensaje de Cristo de que el reino de los cielos se había acercado, animando a todos a que se arrepintieran y siguieran al Mesías (Mateo 10:5–12).Jesús sabía que no todos los que escucharan el mensaje creerían. Algunos rechazarían el regalo de esta revelación de Dios, la cual vino a través de Su Hijo y los apóstoles que Su Hijo mismo eligió. Cuando eso sucediera, Jesús les dijo a los apóstoles que se sacudieran el polvo de los pies cuando salieran de la casa o del pueblo en el que estaban si todos y todas rechazaran la verdad allí (Mateo 10:13–14).
Ahora Jesús declara que esta acción simbólica sería una señal del juicio que Dios dejaría caer sobre ese lugar. Aunque fueran israelitas, las personas que rechazaran al Mesías experimentarían un gran sufrimiento. Jesús dice que el día del juicio sería insoportable, incluso más que para las personas de la tierra de Sodoma y Gomorra.
Todo israelita habría estado familiarizado con el juicio terrible que Dios impuso sobre los pueblos de Sodoma y Gomorra durante la época de Abrahán (Génesis 19). Fuego y azufre comenzaron a caer desde el cielo y acabaron con todos. Jesús y otros escritores del Nuevo Testamento a menudo usaron el caso de Sodoma y Gomorra como una analogía del juicio que Dios traería para aquellos y aquellas que rechazaran el evangelio de Jesús y el reino de los cielos. Al día de ese juicio futuro a menudo se le llama "el día del Señor", un momento en el que Cristo regresará a la tierra y el "Hijo del Hombre se manifiestará" (Lucas 17:30).
Rechazar a los representantes de Jesús durante esta misión sería fatal. Jesús estaba dándoles a los apóstoles una responsabilidad enorme, ya que ellos serían los primeros en convertirse en los primeros "mensajeros" que compartirían las noticias del reino de Dios y el Mesías, además de hacerlos responsables de la respuesta que darían al escuchar esas noticias.