¿Qué significa Mateo 10:20?
Jesús está autorizando a Su grupo central de doce discípulos a convertirse en apóstoles (Mateo 10:5–6); un término griego que significa literalmente "enviados". Ellos le llevarían Su mensaje al pueblo de Israel y, más tarde, mucho más allá de Israel (Hechos 1:8). Jesús les ha garantizado que esto no sería fácil ya que serían perseguidos por hablar en Su nombre. De hecho, todavía no sabían que eso ocurriría después de la muerte, resurrección y regreso al cielo de Jesús. Durante esta persecución, estos doce hombres serían arrastrados y juzgados por diferentes niveles de autoridad, incluidos los tribunales de los líderes religiosos judíos, los líderes judíos seculares y los líderes gentiles. Algunos incluso llegarían a hablar ante gobernadores y reyes, por el hecho de que hablaban en nombre de Jesús (Mateo 10:17–19; Hechos 26:1–3).Sin embargo, este tipo de persecución no sería una señal de que su misión había fracasado. En cambio, Jesús dijo que esta era la forma en que Dios los usaría para "darles testimonio" a las personas con los estatus sociales más altos. Esto formaba parte del plan de Dios de hacer que el evangelio llegara a todos los niveles de la sociedad. Jesús insistió en que Sus discípulos no debían tener ningún tipo de ansiedad pensando en lo que debían decir cuando los momentos de hablar llegaran. Ahora, Jesús les dice el por qué.
Cuando llegase el momento, no serían los apóstoles los que hablarían, sino que sería el Espíritu Santo hablando a través de ellos. Jesús lo llama "Espíritu de su Padre", que es una hermosa imagen de que Dios el Padre estaría con ellos, hablando a través de ellos a través del Espíritu Santo. Seguramente, los discípulos todavía no podían imaginarse el gran poder que recibirían en Cristo a través del Espíritu Santo después de que Jesús dejara la tierra (Hechos 1:8; Hechos 2).