¿Qué significa Mateo 10:37?
Jesús les ha advertido a Sus discípulos que había venido a traer una espada de división en Israel. Esto no hacía referencia a la violencia o ninguna revolución, sino al cisma que el evangelio iba a causar. Los que se niegan a aceptar a Cristo odiarán y perseguirán a los que creen (Juan 15:18–21). La división tendrá lugar incluso entre los miembros de nuestra familia inmediata. Los padres y los hijos se volverán los unos contra los otros, así como las madres contra las hijas, y todo esto sería causado por Jesús. ¿Es Jesús el Mesías, el Hijo de Dios? Los que se niegan a reconocerlo rechazarán a los miembros de su propia familia que pongan su fe en Jesús y comiencen a seguirlo (1 Pedro 4:3–4).Esto obligará a muchos de los seguidores de Jesús a que tomen una decisión difícil. ¿Deberían mantener la paz con sus padres y/o hijos y negar su fe en Jesús? ¿O estarán dispuestos a perder la conexión que tienen con los miembros de su familia para continuar siguiendo a Jesús y contarles a los demás que Él es el Cristo?
Jesús está exigiendo el lugar que le corresponde en los corazones de Su pueblo. Deben amarlo más que a nada el mundo y demostrar que eso es cierto si se ven obligados a tomar una decisión. Esto no cambia el mandamiento de las Escrituras de que los hijos honren a sus padres (Efesios 6:2) y que los padres provean para sus hijos (Efesios 6:4; 1 Timoteo 5:8). Jesús no dice "no amen" a esas otras personas, lo que dice es que debemos amar a Dios más.
Amar a los demás es el segundo gran mandamiento, pero está detrás del primero: amar a Dios con todo lo que tenemos (Mateo 22:34–40). Al hacer esta declaración, Jesús continúa afirmando que Él es Dios. El amor y la obediencia que sentimos hacia Él deben anteponerse a la obediencia que le podamos mostrar a cualquier otra persona o grupo (Hechos 5:29).