¿Qué significa Mateo 10:8?
Los Doce, los apóstoles que Jesús había elegido, están siendo enviados para representarlo ante el pueblo de Israel (Mateo 10:1–6). Jesús les ha ordenado que prediquen el mismo mensaje que Él predicaba: El reino de los cielos se había acercado (Mateo 10:7).Ahora Jesús les dice que autenticaran la veracidad del mensaje a través de las señales y los prodigios que Él mismo ya había realizado: milagros de sanidad, expulsión de demonios y resurrección de muertos. Al hacer estas cosas, los apóstoles de Jesús les demostrarían a todos que ellos lo representaban a Él, ya que Él había hecho estas cosas primero; también les demostrarían la verdad absoluta de su mensaje. Los discípulos no iban a realizar estos milagros gracias a su propio poder, sino que lo harían a través de la autoridad de Jesús y las cosas que lo habían visto hacer. Los Doce iban a ser los representantes de Jesús incluso a través del tipo de milagros que iban a realizar.
Cristo especifica que el mensaje del reino no es algo que debieran vender de alguna manera. Los discípulos lo habían recibido "gratis" a través de Jesús, y debían ofrecérselo gratis a todos los que vinieran, escucharan y creyeran. El corazón de las buenas nuevas de Jesús es la gracia de Dios, que siempre es un don gratuito (Efesios 2:8–9). Conectar la fe con la prosperidad material es un grave error; intentar "vender" la salvación es un pecado despreciable.
Lo que Jesús quiso decir, sin embargo, iba más allá de eso. Jesús dejará claro que, durante esta misión, los discípulos no debían buscar ayuda continuamente. Los Doce iban a viajar y predicar, pero no iban a "trabajar" ni pedir que se les pagara por hacerlo.