¿Qué significa Mateo 12:12?
Los fariseos esperaban atrapar a Jesús sanando a alguien durante el sábado para que quebrantara su interpretación del cuarto mandamiento (Éxodo 20: 8–10). El problema era que su trampa cometía el error de suponer que su interpretación de lo que se debiera considerar como un "trabajo" o no, tenía la misma importancia para ellos que la misma ley de Moisés. Jesús, en cambio, está mostrándoles que eso no era cierto (Mateo 12:9–11).Delante de un hombre que tenía una mano atrofiada, Jesús les hizo una pregunta: «¿quién de ustedes, si tiene una oveja, y ésta se cae en un hoyo en día de reposo, no va y la saca? En otras palabras, ¿quién permitiría que sus ovejas sufrieran por el hecho de no hacer el trabajo de sacarlas del pozo, incluso aunque fuera durante un sábado? La pregunta de Jesús asume que la mayoría de las personas les mostrarían misericordia a las ovejas en lugar de seguir rígidamente la letra de la ley.
Ahora, Jesús comparte una idea esencial acerca de todo esto: ¿no son las personas más valiosas que las ovejas? Por eso, Jesús concluye, es lícito hacer el bien durante el sábado. El bien en este caso sería mostrarle misericordia a una persona si está en nuestro poder hacerlo. Jesús nos demostrará en los siguientes versículos que Él quería hacerlo y, de hecho, tenía toda la autoridad para hacerlo.
Jesús les plantea esta pregunta de manera diferente en la versión de Marcos: "¿qué está permitido hacer en los días de reposo? ¿El bien, o el mal? ¿Salvar una vida, o quitar la vida?" Esa pregunta implica que decidir abstenerse de hacer el bien, en el sentido de no mostrarle misericordia a alguien durante el día de reposo, se considera como algo malo (Santiago 4:17).
Es importante entender que Jesús no nos está enseñando que la observancia del día de reposo estaba mal, ni tampoco estaba sugiriendo que el significado literal de cualquier ley no fuera importante. El sábado era uno de los grandes regalos que Dios le ofreció a Israel. Sin embargo, el requisito de no trabajar tenía la intención de darle descanso al pueblo de Dios, no de aumentar su carga. Jesús se opone a la manera en que los fariseos habían distorsionado los mandamientos de Dios. De nuevo, Jesús demuestra que no entendían que Dios quiere misericordia, no sacrificios (Mateo 12:7).