¿Qué significa Mateo 12:27?

Jesús está respondiendo a la acusación que los fariseos le habían hecho, quienes afirmaron que Su impresionante habilidad para expulsar demonios provenía de Satanás, a quien llamaban Beelzebú (Mateo 12:22–24). El primer contraargumento de Jesús es que, si esto fuera cierto, eso significaría que Satanás estaba expulsando a sus propios demonios. Por lo tanto, estaría en guerra contra sí mismo, y su reino caería. En otras palabras, la idea en sí era bastante insensata (Mateo 12:25–26).

Ahora Jesús ofrece una segunda refutación: ¿por el poder de quién los expulsan los "hijos" de ustedes? —en este contexto, "hijos" se refiere a sus discípulos o asociados. Aparentemente, algunos fariseos en Israel practicaban exorcismos, o al menos afirmaban hacerlo. Una cosa que impresionaba a las multitudes acerca de Jesús era que la autoridad que tenía sobre los demonios era absoluta: los expulsaba con una sola palabra (Mateo 8:16). Los exorcistas de la época aparentemente intentaron usar encantamientos y otros tipos de ceremonias elaboradas para expulsar a los demonios de las personas.

La idea de Jesús, sin embargo, se basa simplemente en la lógica. Si Jesús usaba el poder de Satanás para expulsar demonios, ¿qué poder utilizaban ellos al hacerlo? Su tonta acusación podría acabar siendo contraproducente para ellos y poner en duda lo que ellos mismos estaban haciendo. El peor problema con esa manera de pensar, tal y como continúa explicándolo Jesús, es lo que dice acerca de la dureza que los fariseos albergaban en sus corazones con respecto a Dios (Mateo 12:32).