¿Qué significa Mateo 12:41?
Jesús ha declarado que esta generación, Su generación, era mala y le era espiritualmente infiel a Dios. La única señal que recibirían de Dios para validar que Él era el Mesías era lo que Jesús llamó "la señal de Jonás". Así como Jonás estuvo dentro de una criatura marina durante tres días y tres noches, Jesús, el Hijo del Hombre, estuvo en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches (Mateo 12:39–40). Esta profecía trataba sobre la muerte y la resurrección de Cristo, y fue difícil de entender antes de que Su resurrección ocurriera (Juan 2:19–22).Anteriormente, Jesús habló sobre un día en que todas las personas se enfrentarían al juicio de Dios (Mateo 12:36). Esto no quiere decir que todos seremos testigos del juicio de los demás. Lo más importante aquí es que, cuando Jesús se refiere a Nínive, esas personas, por muy malas que fueran, respondieron adecuadamente a la predicación de Jonás. Durante ese día del juicio, la gente de Nínive podrá criticar con justicia a la generación de israelitas que vivió durante la época de Jesús, porque cuando el pueblo de Nínive escuchó acerca del juicio venidero de Dios, se arrepintieron de su gran maldad, desde el rey hasta el último campesino, e intentaron dejar de pecar y comenzaron a orar y a buscar a Dios.
Sin embargo, la generación de israelitas que hubo durante el tiempo de Jesús no se había arrepentido, ni se había apartado de su pecado, incluido el pecado de no creer que Jesús era el Mesías. Esto ocurrió a pesar de que Jesús, siendo el Mesías, era mucho más importante que el profeta Jonás.
Los orgullosos fariseos y otros judíos fieles se habrían sentido dolidos al escuchar esto. La razón por la que Jonás no quería ir a Nínive probablemente fuera por las cosas terribles que esa cultura le había hecho a su propio pueblo judío. Por lo tanto, que tus peores enemigos sean los que acaben juzgándote, debe ser algo muy duro. La diferencia clave que hay entre los dos grupos fue que uno se arrepintió y el otro no, por lo que aquellos que ignoran el mensaje de Cristo no tienen excusa.