¿Qué significa Mateo 14:31?

Hay varias cosas que están sucediendo en este breve versículo.

Primero, Jesús salva a Pedro, haciendo que el milagro de caminar sobre el agua fuera aún más impresionante (Mateo 14:24–25). Pedro se estaba hundiendo (Mateo 14:28–30), y Jesús pudo sostenerlo sin que se hundiera en el agua. Para hacer esto, Jesús tuvo que estar bien afianzado en el agua. Debió haber sido algo increíble de ver y experimentar.

En segundo lugar, Jesús una vez más fue en contra de todas nuestras expectativas humanas. Jesús le respondió a Pedro de la manera que podríamos suponernos que lo haría. Pedro acababa de caminar sobre el agua. En realidad, no se nos dijo cuánto caminó, pero lo hizo. Puso toda su confianza en el poder que Jesús tenía para obrar a través de Él y hacer posible que Él también caminara sobre el agua. De hecho, solo el Hijo de Dios podía hacer algo así.

Quizás podríamos esperarnos que Jesús hubiera dicho algo como: "bien hecho", o incluso, "bien hecho, pero…" En cambio, Jesús no elogió a Pedro. Después de evitar que Pedro se ahogara, le dijo: "Hombre de poca fe". Por lo tanto, lo que Jesús hizo fue reprender la falta de fe de Pedro en lugar de elogiar la fe con la que había comenzado a caminar sobre el agua. Jesús también le preguntó: "¿por qué dudaste?"

Nosotros quizás nos quedamos impresionados por la fe inicial de Pedro, pero Jesús se preocupó más la razón por la que había dudado. ¡Pedro caminó sobre el agua gracias al poder de Dios! ¿Qué podría haberlo hecho pensar que no podía caminar sobre el agua una vez que ya había comenzado a hacerlo? El versículo anterior nos dio la respuesta: el temor de Pedro se apoderó de su fe. El miedo fue el punto de debilidad que le impidió seguir confiando en Jesús para que le diera el poder de hacer lo imposible.

La respuesta de Jesús puede parecernos algo dura, pero al mismo tiempo nos enseña algo increíblemente importante acerca de Dios: la fe en Jesús hace que todo sea posible, pero el miedo tiene la capacidad de acabar con la fe.