¿Qué significa Mateo 14:36?
Una vez, Jesús alabó la fe de una mujer que tocó sigilosamente el borde de Su manto para curarse de un problema que la había afectado durante muchos años (Mateo 9:20–22). Tal vez su historia se había difundido, porque la gente de la región de Genesaret le pidió a Jesús que les permitiera tocar el borde de Su manto para así poder curarse también. Esto reitera una vez más la fama de Jesús, pero también nos demuestra que los seres humanos tienden a ser muy supersticiosos. El hecho de que la gente quisiera hacer exactamente lo que la mujer había hecho nos podría estar sugiriendo que estas personas creían que el hecho de tocar el borde de Jesús era una parte integral del milagro. Una de las razones por las que Jesús usaba otro tipo de métodos durante Sus curaciones era evitar que la gente pensara de esta manera (Mateo 9:27–31; Marcos 8:22–26, Juan 9:6).Por el momento, sin embargo, lo que importaba era que la gente necesitaba ayuda. Jesús permitió que, tan pronto como tocaran Su manto, la gente se curara. Tal y como con el caso de la mujer, estas personas estaban demostrando una gran fe en el poder que Jesús tenía para sanarlos. La fama y el estatus de Jesús continuaron creciendo. A su vez, los fariseos comenzaron a intensificar sus intentos de matar a Jesús.