¿Qué significa Mateo 15:14?

Los discípulos le informaron a Jesús que los fariseos se habían ofendido por alguna razón. Jesús le dijo a la multitud que lo que entra en la boca de una persona no es lo que la contamina. En cambio, es lo que sale de la boca lo que contamina a las personas (Mateo 15:10–12).

Jesús ahora les dice a Sus discípulos que dejen en paz a los fariseos (Mateo 7:6). En otras palabras, no debían debatir con ellos, corregirlos o preocuparse por ellos (Tito 3:9–11). Jesús los llama guías ciegos, usando el lenguaje que se encuentra en las escrituras de Israel para indicar que tenían una falta de comprensión acerca de la verdad. En resumen, no entendían el mensaje de Dios, ni la intención y el espíritu de Dios que había detrás de la Ley. Ellos estaban tan concentrados en cumplir sus propias reglas que pasaron por alto lo que realmente importaba. Por lo tanto, estaban espiritualmente ciegos, y todo lo que hacían es arrastrar a otros ciegos hacia el desastre: el pueblo de Israel.

Esto no significa que Jesús tuviera la intención de que Sus seguidores evitaran todos los debates, con todas las personas, en todo momento. En lugar de eso, Jesús nos dice que sepamos cuando hacerlo y cuando no (Mateo 10:14). Las Escrituras les ordenan a los creyentes que estén listos para responder a quienes desafían su fe (1 Pedro 3:15–16). Este grupo específico, los fariseos de la época de Jesús, no escucharon lo que dijeron los discípulos, por lo que Cristo no quería que los discípulos intentaran discutir con ellos.

Estas palabras de Jesús habrían sido difíciles de procesar para Sus discípulos una vez las escucharon. Su maestro no solo estaba expresando que hubiera un simple desacuerdo con los fariseos acerca de la doctrina bíblica. De hecho, este no era el estilo normal de debate que se daba lugar entre los rabinos y las variadas perspectivas que tenían sobre la ley de Moisés. Jesús estaba condenando y rechazando completamente a los líderes religiosos de Israel. Por lo tanto, Jesús estaba obligando a Sus discípulos y a cualquiera que lo siguiera a elegir entre Él y los líderes religiosos, quienes estaban a cargo del judaísmo de esa época.