Capítulo
Verso

Mateo 15:15

LBLA Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola.
NBLA Entonces Pedro dijo a Jesús: “Explícanos la parábola.”
NVI ?Explícanos la comparación —le pidió Pedro.
RV1960 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.
JBS Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola.

¿Qué significa Mateo 15:15?

Pedro era el más audaz de los discípulos. Él fue el que le pidió a Jesús que le dejara caminar sobre el agua (Mateo 14:28). Él es el que a menudo decía lo que otros pensaban, pero no quieren decirlo (Marcos 8:29; Lucas 18:28). Todos los grupos de estudiantes necesitan a alguien como Pedro: una persona que represente al grupo delante del profesor, y que haga buenas preguntas para demostrarle al profesor a qué nivel de entendimiento se encuentra el grupo.

En nombre del grupo, Pedro le pide una explicación a Jesús. Anteriormente, Jesús dijo que una de las razones por las que enseñaba en parábolas era para añadir cierto nivel de ambigüedad (Mateo 13:13). Dado que no entendieron lo que estaba diciendo, ellos pensaron que Jesús estaba hablando en términos poéticos o simbólicos. Sin embargo, Jesús no estaba haciendo eso.

La pregunta de Pedro se refiere a las palabras que Jesús compartió en el versículo 11: que sólo lo que sale de la boca contamina, no lo que entra (Mateo 15:11). Los discípulos fueron criados para creer que lo que comían podía contaminarlos espiritualmente. Esta fue la razón principal de la regla que impusieron los fariseos sobre el ritual del lavado de manos. Este proceso tenía el objetivo de eliminar cualquier posibilidad de que sus manos estuvieran sucias lo más mínimo, algo que les haría infligir la ley sobre el consumo de alimentos prohibidos sin saberlo.

Al rechazar las reglas de su tradición, las cuales no aparecen en las Escrituras, Jesús parece haber enseñado que nada de lo que comemos nos puede volver impuros. Una persona judía fiel se hubiera preguntado en ese momento: "¿cómo es posible que esto sea cierto?"
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Resumen de contexto
Mateo 15:10–20 nos describe la respuesta que Jesús dio ante uno de los desafíos de los fariseos. Su preocupación no era lavarse las manos por salud, sino para seguir rituales religiosos. Jesús dice que estos fariseos serán rechazados y tambiÉn dice que son guías ciegos. Cuando los discípulos le preguntan acerca de esto, Jesús les dice que no es lo que entra en la boca de una persona lo que la contamina, sino que son las palabras que salen de la boca las que revelan el pecado que hay en nuestros corazones. La contaminación ya estaba ahí, además de todo tipo de pecados. Jesús les dice rotundamente que comer sin lavarse las manos no puede contaminar espiritualmente a nadie.
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Resumen del capítulo
Algunos fariseos y escribas vinieron de JerusalÉn para desafiar a Jesús. Se habían ofendido porque Sus discípulos rompieron la tradición de los líderes religiosos sobre el ritual de lavarse las manos antes de las comidas. Entonces, ¡Jesús le dio la vuelta a ese ataque, y señaló que sus críticos honraban su propia tradición por encima de los mandamientos reales de Dios! Jesús dice que nadie se contamina por lo que entra por la boca, sino por la manera en que el espíritu se expresa, como las palabras que salen de la boca. Jesús y los discípulos deciden marcharse de Israel. Jesús expulsa a un demonio de la hija de una mujer cananea que fue muy persistente. DespuÉs viajan al lado sureste del Mar de Galilea, donde Jesús alimenta a miles de personas con unos pocos panes y unos peces. Estos dos últimos eventos fueron los que finalmente establecieron la eventual difusión del evangelio más allá del pueblo de Israel.
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¿Qué es el evangelio?
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