¿Qué significa Mateo 15:3?

Un grupo de fariseos, líderes religiosos legalistas y de mentalidad tradicional, vinieron desde Jerusalén hasta Galilea para desacreditar a Jesús. Comenzaron a decir que Jesús no requería que Sus discípulos practicaran una forma específica del ritual de lavarse las manos antes de comer. Esta práctica tradicional del pueblo judío no era, en sí misma, un mandamiento de Dios. Sin embargo, era parte de las extensas enseñanzas que los líderes religiosos de Israel le añadieron a la Ley misma. La manera de cumplir con esos detalles minuciosos era una de las formas en la que grupos como los fariseos medían su nivel de religiosidad.

Jesús ni siquiera se molestó en abordar sus acusaciones. Jesús no cayó en la trampa retórica que le estaban tendiendo: explicar la razón por la que al quebrantar una tradición humana no se transgredía el mandato divino. En cambio, Jesús le dio la vuelta a todo el asunto y les preguntó la razón por la que ellos quebrantaban un mandamiento real de Dios por el bien de seguir una tradición humana.

Los siguientes versículos nos explicarán a qué mandato y tradición se estaba refiriendo Jesús. Entre los peligros de una práctica religiosa tradicionalista y el legalismo estaba el hecho de pasar por alto las instrucciones reales que Dios les dio, incluida la intención que había detrás de Sus mandamientos. En el ejemplo que les ofrece Jesús, el legalismo humano había eliminado el mandamiento de cuidar a los demás (Mateo 15:4–6).