¿Qué significa Mateo 15:7?
Es posible que los fariseos que viajaron desde Jerusalén a Galilea para enfrentarse a Jesús desearan haberse quedado en casa después de haber tenido este intercambio con Jesús. Jesús no solo no repudió su acusación sobre el ritual del lavado de manos, sino que la convirtió en una oportunidad para denunciar su propia práctica de valorar la tradición por encima de los mandamientos que Dios mismo le había dado a Israel.La interpretación tradicional de los mandamientos de Dios sobre la caridad se convirtió en una manera de evitarlos: los bienes que se suponía que iban a dedicarse al cuidado de los demás, finalmente se los quedaban diciendo que los habían apartado para ofrecérselos a Dios. De hecho, incluso podían llegar romper hasta el punto de romper las promesas que hicieron al respecto. El problema era que, si algo se le dedicaba a Dios de esta manera, las personas al final no podían usarlo para cuidar a sus padres ancianos. Al final, era un truco que tenía el fin de evitar que una persona tuviera que mantener a su padre y a su madre durante sus últimos años de vida.
Jesús criticó fuertemente esta manera de evitar la intención que había detrás del quinto mandamiento. Por el bien de esta tradición, los fariseos habían desvalorizado la Palabra de Dios. Jesús los llamó hipócritas directamente en sus caras, y les aplicó la condena que el Señor compartió con los israelitas de la época de Isaías. Ese pasaje de Isaías 29:13 encaja perfectamente con estos fariseos. Probablemente, era un pasaje que conocían bien.