¿Qué significa Mateo 16:21?
Con este versículo comienza un cambio en la vida y el ministerio de Jesús, un cambio que desconcertará a Sus seguidores muchísimo. Hasta este punto, Jesús se ha mantenido principalmente en la región de Galilea en el norte de Israel, además de viajar a algunas regiones gentiles alrededor de Galilea. Jesús evitó pasar mucho tiempo en Jerusalén, el corazón religioso y político de Israel. De hecho, cuando entró en conflicto con los líderes religiosos judíos, a menudo abandonaba el área para evitar que las cosas se intensificaran aún más (Mateo 15:21).Ahora, sin embargo, Jesús comienza a mostrarles a los discípulos que el tiempo se estaba acabando. En cambio, sorprendentemente, Jesús comienza a decirles que debe ir a Jerusalén, y les dice claramente que sufrirá a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas. De hecho, Jesús sería asesinado y luego resucitaría al tercer día.
Sabemos por el resto de la historia que la misión de Jesús era morir y ser un sacrificio perfecto y sin pecado por los pecados de la humanidad (Juan 12:32–34). Este versículo nos revela que Jesús también lo sabía, y entendía lo que debía sucederle a Él para que todos pudiéramos alcanzar la salvación; por lo tanto, no se resistiría (Juan 12:23–28). Debido a su falta de conocimiento, Pedro y los discípulos se resistieron a aceptar esta idea.
Mateo 16:21–28 describe la reacción de los discípulos cuando Jesús les revela que los líderes religiosos debían matarlo y que Él resucitaría al tercer día. Pedro, quien recientemente fue elogiado por su fe (Mateo 16:17), reprende a Jesús por decir tales cosas. Jesús le contesta sin ningún reparo: "¡AlÉjate de mi vista, Satanás!" La insistencia de Pedro sobre que el Mesías no debía morir se basaba en sus propias suposiciones, no en lo que en realidad era cierto. Cristo les advierte que aquellos que lo siguen deben estar dispuestos a renunciar a todo lo demás en el mundo y asumir las dificultades y la persecución si fuera necesario. Además, añade que algunos de los que están allí no morirían sin antes verlo venir en Su reino; una predicción que se cumple durante el siguiente pasaje (Mateo 17:1–2).
Un grupo de fariseos y saduceos le pidieron a Jesús que hiciera un milagro, incluso aunque Jesús ya hubiera hecho muchos. Jesús se niega y les advierte a los discípulos que tengan cuidado con las enseñanzas de estos líderes religiosos. Jesús les pregunta a los discípulos quiÉn dice la gente que era Él, y tambiÉn les pide que compartan su propia opinión. Pedro dice que Jesús es el Cristo, y Jesús lo elogia por haber dicho esto. Entonces, Jesús comienza a revelarles a los discípulos que Él deberá sufrir y morir antes de resucitar al tercer día. El intento que Pedro hace para convencer a Jesús de que no lo hiciera acaba mal, Jesús lo reprende y entonces dice que todos los que lo sigan deben tomar sus cruces, sacrificar sus vidas anteriores y dedicarse por completo a Su misión.