¿Qué significa Mateo 18:10?
Los eruditos y los comentaristas han ofrecido varias interpretaciones de lo que Jesús podría querer haber dicho en este versículo. Parece estar advirtiéndoles a los discípulos que no desprecien ni le falten al respeto a ningún creyente en Jesús. Algunos maestros de la Biblia creen que Jesús está hablando de niños pequeños reales, pero la mayoría piensa que Jesús está hablando de sus pequeños, es decir, de todas las personas que creen en Jesús, sin importar su edad.¿Por qué despreciarían los discípulos o le faltarían al respeto a otro creyente en Jesús? Es difícil saberlo, pero es posible que Jesús simplemente esté describiendo la forma en que los seres humanos a menudo se tratan los unos a los otros. Los seguidores de Jesús, sin embargo, no deben despreciarse o hacerse daño los unos a los otros. Jesús parece estar diciéndoles a Sus discípulos que traten a las personas tal y como Dios los trata a ellos. Después de todo, dice Jesús, sus ángeles siempre ven el rostro de Dios Padre en el cielo.
A lo largo de los años, la gente ha dicho que este versículo es evidencia de que todos los creyentes tienen sus propios "ángeles de la guarda". Sin embargo, este versículo no dice algo así. Por un lado, esos ángeles están en el cielo viendo el rostro de Dios y no están en la Tierra protegiendo a los creyentes. Eso no significa que no pueda ser cierto que a los ángeles se les asigne la protección de ciertos cristianos, solo que esa idea no se puede inferir de este versículo.
La idea de Jesús parece ser que estos ángeles están conectados de alguna manera con estos creyentes, mientras que al mismo tiempo también están en la presencia de la gloria de Dios. Como tal, todos los creyentes tienen un valor intrínseco y merecen ser respetados.
Algunos estudiosos de la Biblia nos ofrecen otra lectura posible de este versículo. Interpretan la palabra "ángeles" como si estos fueran los espíritus de esos creyentes en lugar de ángeles reales. En ese caso, Jesús estaría diciendo que los creyentes que vemos en la Tierra también están mirando el rostro de Dios en el cielo o lo acabarán haciendo en algún momento del futuro. En otras palabras, Dios los ha valorado tanto que ya les ha reservado un lugar en el cielo. ¿Quiénes somos nosotros entonces para faltarle el respeto?