¿Qué significa Mateo 18:7?
Jesús comenzó afirmando que Sus discípulos tendrán que ser como niños tanto para entrar como para ser importantes en el reino de los cielos. Jesús dijo que la fe y la humildad de un niño era más importante que la bondad, las habilidades y los logros personales (Mateo 18:1–6).Ahora, Jesús parece estar describiendo a Sus discípulos, aquellos que creen en Él, como si fueran niños pequeños. Desde la perspectiva de Dios, incluso los creyentes más experimentados siguen siendo niños pequeños. Jesús ha hablado de ellos con un lenguaje bastante directo y la voluntad de querer protegerlos, además de decir que las personas que los hagan pecar sufrirán un juicio horrible.
Ahora Jesús usa una de las palabras que los profetas del Antiguo Testamento usaban a menudo cuando describían el juicio de Dios: "Ay". "¡Ay del mundo por los tropiezos! Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquÉl por quien viene el tropiezo!" Esas personas sufrirán un castigo horrible.
Jesús añade que todos seremos tentados, pero eso no quiere decir que Dios esté causando directamente que sus pequeños sufran esa tentación, sino que parece estar diciendo que la tentación de pecar forma parte de vivir en el mundo, porque el mundo está lleno de pecado. Enfrentarse a cualquier tipo de tentación puede ser inevitable para los cristianos, pero las personas que los induzcan a pecar se enfrentarán a un castigo horrible.
Es importante destacar dos cosas más que Jesús no está diciendo en este pasaje: Jesús no está diciendo que es necesario que los cristianos cedan a la tentación. La tentación para pecar puede ser un hecho de la vida de los creyentes, pero ceder ante ella siempre es algo que se puede evitar (1 Corintios 10:13). Segundo, Jesús no está diciendo que los creyentes que pecan, que tropiezan, se pierden para siempre, sino que pueden levantarse y continuar siguiéndolo.