¿Qué significa Mateo 19:20?
El joven gobernante rico (Mateo 19:16–19) aún no comprende que no era lo suficientemente bueno como para entrar en el reino de los cielos y obtener la vida eterna. Quizás, sin embargo, Él ya lo sospechaba, ya que se había acercado a Jesús para preguntarle lo que debía hacer. Jesús le dijo al hombre que guardara los mandamientos de Moisés y enumeró cinco de ellos. El joven ahora responde que ya había guardado todos estos mandamientos y entonces le preguntó qué le faltaba por hacer.El hombre parecía sentir que todavía le faltaba algo a pesar de haber seguido el judaísmo tal de la manera que lo había hecho. El hombre quería que Jesús le dijera qué era exactamente lo que le faltaba para alcanzar la salvación.
Sin embargo, Jesús estaba a punto de mostrarle al hombre que no había guardado ni siquiera estos cinco mandamientos. Específicamente, el hombre no había amado a su prójimo tal y como se amaba a sí mismo. La idea que este hombre tenía sobre la bondad humana era demasiado pequeña, e incluso se estaba engañando a sí mismo.
Esta pregunta ayuda a empujar la conversación hacia delante para que Jesús pudiera llegar a la conclusión que quería llegar. Esa lección era exactamente lo que Jesús estaba intentando dejarle claro al hombre rico (Mateo 19:17). La salvación la alcanzan aquellos que admiten sus necesidades y están dispuestos a seguir a Dios, sin importar lo que Él les pida. Aquellos que se acercan a Jesús para alcanzar la salvación a través de la gracia de Dios lo hacen entendiendo que no son verdaderamente buenos y necesitan la bondad de Jesús en lugar de confiar en la suya propia. Aquellos que creen que sus propios méritos son suficientes, o que no siguen a Dios si lo que Dios les pide es algo muy difícil, no alcanzarán la salvación (Mateo 19:21–22).