¿Qué significa Mateo 19:21?
En este momento, Jesús le revela al hombre rico lo que le faltaba para alcanzar la salvación (Mateo 19:16). El hombre le había preguntado a Jesús qué "buena obra" debía hacer para poder garantizarse un lugar en el cielo. Jesús le ha enfatizado al hombre que solo Dios es bueno, lo que implicaba que Jesús es Dios y debemos escucharlo (Mateo 19:17). Cristo le dio una lista de mandamientos que debía guardar (Mateo 19:18–19). El hombre dijo, con orgullo, que ya los había guardado (Mateo 19:20).Este versículo, tal y como otros versículos dentro de este pasaje, se saca de su contexto a menudo y es malinterpretado tanto por críticos como por cristianos que en realidad no tienen ninguna mala intención al hacerlo. Es importante darse cuenta de que este no es un mandamiento general para todos los creyentes; ni siquiera implica que deshacerse de todas nuestras pertenencias fuera, en sí mismo, algo necesario o bueno. Al contrario, este es un comentario específico que se le da a una persona específica, y por una razón específica. Esa razón fue establecida por todo lo que había pasado antes de esta parte de la conversación.
En la superficie, Jesús pareció haberle dado al hombre una tarea que completar para poder llegar a ser perfectamente bueno. Jesús le dijo al hombre rico que renunciara a todas sus riquezas y vendiera todo lo que poseía y les diera el dinero a los pobres. Después de eso, podría seguirlo. Así, dice Jesús, el hombre recibiría un tesoro en el cielo.
El propósito de este comentario es exponer la ceguera de este joven adinerado y su increíble falta de sinceridad. El hombre creía —o quería creer— que ya había amado a su prójimo como se amaba a sí mismo. Jesús demostró que eso no era cierto porque el hombre aún tenía muchas riquezas y sus vecinos aún eran pobres. Después de todo, el joven no era perfectamente bueno.
Hay dos ideas en este comentario de Jesús que son importantes. Una está clara, la otra sale a la luz cuando el joven rico reacciona al consejo de Jesús. Primero, aquí se demuestra que nadie es lo suficientemente bueno como para garantizarse el hecho de alcanzar la vida eterna con Dios en el cielo a través de sus propias acciones. El evangelio de Jesucristo dice que Él es el único que es lo suficientemente bueno, tanto para morir por nuestros pecados, como para cubrir nuestra falta de bondad con Su bondad perfecta. Por lo tanto, las personas solo pueden alcanzar la salvación a través de la fe en Jesús y a través de la gracia y el poder de Dios (Efesios 2:1–10). Por mucho que creamos haber sido lo "suficientemente buenos", no podemos vivir de acuerdo con el estándar de perfección que Dios mismo ha establecido.
El segundo y más inmediato propósito de las palabras de Jesús en este versículo se nos muestra en el siguiente versículo. Cuando se le empujó a seguir a Dios, a buscar el "bien", el hombre rico comenzó a resistirse. Su reacción nos demuestra que, en última instancia, no estaba dispuesto a seguir a Dios a menos que Dios hiciera las cosas de la manera que el hombre rico quería hacerlas (Mateo 19:22).