¿Qué significa Mateo 2:10?

Mateo se detiene ahora para describir el estado emocional de estos sabios de oriente que habían viajado desde tan lejos para buscar al recién nacido "rey de los judíos". Basándose en un estudio de las Escrituras proféticas judías y especialmente en la aparición de una extraña estrella en el cielo nocturno, se convencieron de que la antigua promesa de que un Salvador nacería en Israel se había cumplido. Finalmente, no se encontraron al niño en Jerusalén, pero sí que escucharon una nueva pista, una que el mismo Herodes el Grande había verificado con los expertos en profecía de Israel. Entonces, Herodes envió a los sabios a Belén. Además de eso, esa información había sido confirmada por la reaparición de la estrella que habían estado siguiendo todo ese tiempo. La estrella también apuntaba hacia Belén y, de una forma u otra, llegó hasta la misma casa en la que estaba el niño (Mateo 2:1–9).

¿Cuál es la razón por la que estos hombres, quienes eran tanto gentiles como extranjeros, y quienes tenían un gran interés en astronomía y astrología, estaban tan entusiasmados con todo esto? Por un lado, todos estos detalles los ayudaron a confirmar que sí era cierto que el niño iba a nacer, por lo tanto, no habían estado perdiendo el tiempo. Sin embargo, estos hombres también parecían creer en las Escrituras judías y en el hecho de que, un día, este niño salvaría a Israel. Los sabios se regocijaron porque por fin podrían ver al niño en persona.