¿Qué significa Mateo 2:12?

Los sabios cumplieron su misión: encontrar al Cristo de Israel, el niño que había nacido para ser el "Rey de los judíos". Su estudio de las Escrituras judías y la estrella extraña a la que habían seguido dieron su fruto, y les dieron la oportunidad de adorar a este salvador de Israel que había sido prometido hacía ya mucho tiempo (Mateo 2:1–2).

Su llegada a Jerusalén, sin embargo, había alertado al actual rey político acerca de una amenaza potencial que iría en contra de su propio poder. Herodes envió a los Reyes Magos a Belén para buscar al niño con instrucciones de avisarle si finalmente lo encontraban. Herodes les dijo que Él quería adorar al niño Él mismo (Mateo 2:3–8). Sus verdaderos motivos nos quedarán claros en los siguientes versículos. Herodes quería eliminar incluso la posibilidad de que surgiera cualquier tipo de amenaza a su propio reinado en Israel, el cual era apoyado por el gobierno Romano.

Es posible que los sabios desconocieran por completo el plan real de Herodes. Basándonos en este versículo, probablemente planearon volver directamente con Herodes para decirle que habían encontrado al nuevo "rey de los judíos". Dios interrumpió ese plan de manera similar a cómo interrumpió el plan de José cuando quiso terminar su compromiso de matrimonio con María al darse cuenta de que ella estaba embarazada: a través de un sueño (Mateo 1:20).

En realidad, no se nos dice si un ángel había estado involucrado en este sueño o el número de sabios que lo experimentaron. Todo lo que sabemos es que fue lo suficientemente convincente como para hacer que abandonaran la ciudad sin regresar a Jerusalén e hicieran lo posible para evitar al rey Herodes. Los sabios no solo mantuvieron en secreto la ubicación de Jesús, sino que se fueron en secreto para que ni siquiera se supiera el momento exacto en el que decidieron irse.

Dios intervino sobrenaturalmente para proteger a Jesús durante Su juventud, y lo hará nuevamente durante el siguiente versículo.