¿Qué significa Mateo capitulo 2?
Jesús nació de María, quien ahora estaba casada con José, después de que un ángel se lo dijera a la pareja (Mateo 1:18–25). El capítulo 1 nos explicó la genealogía y la concepción de Cristo. El capítulo 2 nos describe momentos cruciales de su infancia. El capítulo 3 reanudará la narración después de un largo intervalo tiempo, y retomará la historia en un momento en el que Jesús ya se había hecho adulto.Un grupo de sabios de oriente llegó a Jerusalén poco tiempo después del nacimiento de Jesús. Estos hombres se presentan bajo el término griego magoi, que en la cultura persa y babilónica se refería a las personas que estudiaban astronomía, profecía, medicina y religión; algunos de ellos también estaban interesados en la hechicería y la adivinación. Estos sabios en particular estaban buscando algo, y lo que estaban buscando fue una noticia preocupante para el rey Herodes: estaban buscando a alguien que había nacido y era "el rey de los judíos". Los sabios vinieron a Israel siguiendo "su estrella". Aunque no eran judíos, estos hombres aparentemente estudiaron las antiguas Escrituras judías, por lo que decidieron comenzar su búsqueda en Jerusalén (Mateo 2:1–4).
El rey Herodes convocó a los líderes religiosos locales y les preguntó dónde decían las Escrituras que nacería Cristo, un término que se deriva de la palabra hebrea para Mesías. Debido a que los líderes religiosos conocían bien las Escrituras, rápidamente le dijeron que el Prometido nacería en Belén de Judea. Herodes comenzó a conspirar en secreto, y les preguntó a los sabios cuándo fue la primera vez que vieron esta señal. Entonces, les dijo que el niño nacería en Belén, y que él mismo quería adorar a este nuevo rey, algo que en realidad era una mentira flagrante (Mateo 2:5–8).
Ya sea que los sabios hubieran visto o no originalmente un cometa, un planeta o una supernova, lo que vieron a continuación fue ciertamente sobrenatural. Una vez más vieron una estrella que comenzó a guiarles durante el camino, esta vez moviéndose hacia el sur. Los hombres llegaron a la casa donde se estaban alojando María, José y Jesús en Belén. Rebosantes de alegría, los sabios adoraron al niño y le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. Cada uno de estos dones fue muy práctico al mismo tiempo que valioso, además de tener un significado profético. A pesar de la orden de Herodes, los hombres abandonaron la ciudad en secreto a través de una ruta alternativa, y se les advirtió en un sueño que no volvieran a reunirse con Herodes (Mateo 2: 9–12).
Una vez más, José recibió algunos consejos de Dios a través de un ángel durante un sueño. José tenía que llevarse a Jesús y a María hacia Egipto para escaparse del plan de Herodes, ya que Herodes quería matar al niño Jesús. En este contexto, la palabra "Egipto" se refiere al territorio que se situaba fuera de la autoridad de Herodes, cuyas fronteras estaban a unos pocos días de viaje. Lo importante era darse prisa a la hora de salir de allí; la familia debía huir mientras Herodes aún no tuviera idea de quiénes eran. Entonces, se fueron durante esa noche y se establecieron por un tiempo en territorio egipcio, esperando que el ángel los llamara de nuevo cuando Herodes muriera (Mateo 2:13–15).
Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían ido sin decirle dónde estaba el niño Jesús. Furioso, Herodes envió a unos hombres a que mataran a todos los bebés varones que hubiera en Belén que fueran menores de dos años. Esta fue la razón por la que Herodes había preguntado por la aparición de la señal que habían seguido los sabios: quería matar específicamente a los niños que respondieran al perfil que él estaba buscando. La masacre de Herodes tuvo como objetivo evitar que el niño tomara el trono que le pertenecía a él y a sus hijos. Herodes no sabía que el niño y la familia ya se habían ido del pueblo. Mateo conecta la matanza de los bebés con una profecía de Jeremías sobre el llanto que Raquel expresó por la pérdida de sus hijos (Mateo 2:16–18).
Después de la muerte de Herodes, José tuvo dos sueños más. Primero el ángel le dijo que era seguro regresar a Israel porque los que querían matar a Jesús ya se habían muerto. Cuando José llegó a Israel, estaba preocupado por el cruel e impredecible hijo de Herodes que ahora reinaba en Judea. A través de otro sueño, Dios envió a José y María hacia su ciudad natal de Nazaret en la región de Galilea, la cual estaba gobernada por uno de los hijos más estables de la familia de Herodes. Así como el nacimiento de Jesús en Belén cumplió las profecías sobre el lugar de nacimiento de Cristo, Su infancia en Nazaret cumplió otra profecía sobre el Mesías, quien sería conocido como el nazareno (Mateo 2:19–23).