¿Qué significa Mateo 20:26?
Los discípulos estaban discutiendo acerca de quién de ellos sería el mayor en el reino de Jesús; podría ser que Pedro fuera el que estaba más cerca (Mateo 16:17), pero Jacobo y Juan intentaron asegurarse los puestos más importantes para ellos mismos (Mateo 20:20–23). Todos los demás discípulos se acabaron enfureciendo (Mateo 20:24).Jesús dijo que esta es una actitud muy al estilo gentil en cuanto a lo que el poder y la autoridad se refiere. Al decir esto, Jesús estaba recordándoles algo importante sobre la espiritualidad judía, así como haciéndoles saber que eso era un hecho. Los gobernantes romanos, específicamente, ejercían su derecho a que los demás los sirvieran y los respetaran. Ellos hacían alarde de su estatus superior continuamente. Jesús ahora dice que esto no debía ser así con Sus discípulos. Las luchas de poder no forman parte del camino que lleva hacia el reino de los cielos (Filipenses 2:3).
Sin embargo, lo más fascinante es que Jesús no les dijo a Sus discípulos que renunciaran a la ambición de ser grandes, ni siquiera les dijo que dejaran de competir por el puesto más importante. En cambio, Jesús les habló sobre cómo ganárselo: les dio consejos prácticos sobre cómo sobresalir a la hora de ser bondadoso (1 Corintios 9:24). Si queremos ser importantes, Jesús dice que debemos convertirnos en servidores (Juan 13:12–17).
Por supuesto, esto habría sonado como si de una locura se tratara para la gente que lo escuchó en esa época. Los siervos eran, por definición, lo opuesto a ser importantes. En esta cultura, la humildad no era una virtud, sino que era el resultado de ser débil. La palabra griega para siervo, diakonos, por lo general se refiere a un trabajador contratado, especialmente uno que ayuda a mantener la casa de otra persona. Los siervos recibían órdenes de personas más importantes; por tanto, ellos no eran quienes las daban. Los siervos podían ser buenas personas, pero no eran nadie. De hecho, en el mundo antiguo, se suponía que los gobernantes y la realeza eran literalmente mejores personas que los siervos y los súbditos, y esa era la razón por la que nacían con ese estatus social.
En lugar de aclarar esta sorprendente declaración, Jesús simplemente la vuelve a enfatizar durante el siguiente versículo.
Mateo 20:20–28 continúa describiÉndonos la inminente muerte de Jesús a raíz de una petición inoportuna proveniente de Jacobo y Juan, aunque fue la madre quien se la hizo a Jesús. Su deseo era que Jesús les diera a sus dos hijos posiciones importantes en el reino, a Su izquierda y a Su derecha. Jesús menciona brevemente el sufrimiento que iba a experimentar, y les pregunta si ellos podían "beber del vaso" del que iba a beber Él. Luego, Jesús señala que ellos mismos experimentarían su propia persecución y sufrimiento, y que la grandeza de Su reino no se parecerá a la ostentada autoridad de los gobernantes gentiles. El mayor de todos será el que sirva a los demás como un esclavo. Jesús vino a servir a los demás y no a que lo sirvieran.
Jesús hace una ilustración acerca de Sus comentarios sobre la manera en que algunos de los "primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros" (Mateo 19:30) con una parábola sobre unos trabajadores contratados. Luego les habla claramente a Sus discípulos acerca de su inminente muerte y resurrección. La madre de Jacobo y Juan le pide a Jesús que sus hijos obtengan posiciones importantes en Su reino. Jesús les dice a los discípulos que la verdadera grandeza no se alcanza haciendo alardes de autoridad tal y como lo hacen los líderes gentiles. En cambio, una persona se hace importante sirviendo a los demás, incluso de la manera que lo haría un esclavo, tal y como lo hizo el mismo Jesús. Luego, Jesús cura a dos ciegos inmediatamente antes de entrar en JerusalÉn.