¿Qué significa Mateo 21:22?
Esa frase que Jesús les dice a los discípulos es una promesa importante, y encaja perfectamente con lo que Jesús decía a menudo cuando sanaba a los enfermos y a los afligidos y expulsaba a los demonios (Mateo 9:22; 15:28). Dios se preocupa profundamente de que Su pueblo confíe en Él y solo en Él para que al final puedan hacer lo que le están pidiendo que haga. El poder de Dios, por supuesto, es ilimitado. No hay nada imposible para Dios (Lucas 1:37). Sin embargo, Jesús ha dejado claro que aquellos que quieren que Dios use Su poder de una manera específica deben tener una confianza profunda en la capacidad que tiene para hacer lo que le están pidiendo que haga.Jesús les dijo algo similar a los doce anteriormente en Mateo, y dejó claro que este poder estaba disponible debido a Jesús mismo: "una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos" (Mateo 18:19–20).
Es importante reconocer que esta promesa que Jesús les hizo a los discípulos se puede malinterpretar fácilmente. Jesús no les está diciendo a los creyentes que Dios está obligado a darnos todo lo que le pidamos. Dios sigue siendo Dios, y nosotros seguimos siendo Sus hijos a través de la fe en Jesús.
Cristo les dice específicamente a los discípulos que recibirán todo lo que pidan, pero solo si tienen fe. Esto significa que debemos confiar en Dios y en Su poder para hacer lo que Él quiere hacer. Esto también quiere decir que lo que le pedimos que haga debe coincidir con la voluntad de Dios; por lo tanto, esto no significa que debamos pensar en el Creador como una máquina expendedora. Cabe señalar que estos hombres, quienes escucharon a Jesús decir estas promesas en vivo (Juan 14:13–14), no intentaron hacer milagros grandiosos e innecesarios en ningún momento de su ministerio después de que Jesús ascendiera al cielo después de haber resucitado.
Parte de pedirle a Dios cosas "con fe" es confiar en que Dios hará lo que mejor que se adapte a los propósitos que tiene para nosotros y el mundo. Siempre podemos confiar en que Dios hará lo mejor que se puede hacer en cada momento. De este modo, tanto la promesa que Jesús ha hecho como la condición que debe darse para que se cumpla, siguen en pie. Recibir cosas poderosas de Dios comienza con la creencia de que Él es capaz de hacer cualquier cosa y, haga lo que haga, es lo mejor que puede suceder sin importar la situación de la que se trate.