¿Qué significa Mateo 21:27?

Jesús ha arrinconado a los hombres que desafiaron Su autoridad haciéndoles una pregunta (Mateo 21:23–26). En esencia, les ha preguntado si Juan el Bautista era o no un verdadero profeta. Estos principales sacerdotes y ancianos no podían decir que sí, porque si lo hacían, entonces tendrían que explicar la razón por la que no creyeron en Juan. Al mismo tiempo, se dieron cuenta de que decir la verdad, que no creían que Dios había enviado a Juan, provocaría que la gente se molestara mucho con ellos.

Su respuesta demuestra que estos supuestos líderes estaban dispuestos a ejercer un control partidista sobre la verdad. Su verdadera prioridad era mantener la influencia que tenían sobre las personas que se suponía que debían liderar. Por lo tanto, prefirieron mantener ocultas sus verdaderas convicciones, incluso sobre temas tan importantes como si una persona era o no un mensajero de Dios. En lugar de permitir que su generación los desafiara y les faltara el respeto, eligieron guardar silencio. Su integridad estaba siendo puesta a prueba y al final fallaron miserablemente. El motivo por el que se estaban enfrentando a Jesús fue deshonesto, y también lo fue su intento de evitar la pregunta que Jesús les había hecho.

Entonces, respondieron de la manera más débil y patética posible, sin importar que se les conociera por ser buenos debatientes: "no lo sabemos". Debido a que no contestaron a la pregunta de Jesús, Jesús les dice que tampoco les respondería a su pregunta. Jesús evitó que lo atraparan diciendo algo que ellos habrían considerado como una blasfemia simplemente pidiéndoles que dijeran la verdad sobre sus convicciones religiosas. Sin embargo, ellos decidieron no hacerlo.

El mensaje general de Jesús (Juan 5:19–24), junto con el tema de las parábolas que estaba a punto de compartir, responderá a la pregunta que le habían hecho al principio. Cristo actúa bajo el poder y la autoridad de Dios.